Existen pocas experiencias más placenteras que las de aventurarse en el descubrimiento de espacios e historias desconocidas. En nuestra región, existen atractivos que siguen deslumbrando por su belleza natural, algunos de ellos, desconicidos por muchos. La reserva Sierras Grandes, es uno de esos escenarios a descubrir.
Resguardando paisajes imponentes, con cerros que sobrepasan los mil metros de altura y con ambientes de gran importancia biológica, geológica, antropológica, arqueológica e histórica, está ubicada a nueve kilómetros de la ciudad de Sierra de la Ventana, es de propiedad privada y se abrió al público en el año 2015, con el doble objetivo educativo y botánico de conservación del pastizal pampeano.
Para recorrer la reserva, únicamente con guías autorizados, se diseñaron siete circuitos que ofrecen experiencias bien diferentes, desde caminatas relajadas a la vera del arroyo San Bernardo, hasta exigentes escaladas de día completo, pasando por travesías en vehículo 4×4 o a pie en busca de cascadas y piletones naturales.
Cascada Escondida
Caminata de esfuerzo medio de tres horas de duración. El recorrido bordea el cauce de un arroyo y, con un suave ascenso, se arriba a una cascada de piletas naturales a distintas profundidades.
Cueva Florencio
Excursión combinada de cuatro horas. Comienza en vehículo todo terreno y continúa a pie hasta una cueva donde se pueden contemplar las huellas de los primeros pobladores.
Piletón Grande y Recinto de Piedra
Paseo de dos horas de duración por la vera de un arroyo, donde se puede observar el proceso de erosión que sufrieron estas sierras durante millones de años. Al final del sendero se llega a una pileta natural de cincuenta metros de largo. En el lugar también se halla un recinto de piedras paradas que atestiguan el paso de culturas originarias.
Paredes Rosas
Caminata de cuatro horas y esfuerzo medio. Bordeando el arroyo San Bernardo, el camino se interna en un cañadón formado por inmensos paredones que dan paso a piletas naturales.
Cascada Grande
Caminata de alta dificultad de ocho horas de duración. Internándose en el cañadón del arroyo San Bernardo, se arriba a sus nacientes para disfrutar de una caída de agua de seis metros de altura y un piletón de cuatro de profundidad.
Cerro Vavacuá
Excursión de seis horas y gran esfuerzo físico. La caminata se aproxima a la cima, de casi mil metros sobre el nivel del mar, para dar paso a vistas panorámicas de los valles y del cerro Tres Picos.
Cerro de la Carpa
Excursión de diez horas que llega a la cumbre donde se aprecian maravillosos paisajes serranos.
En la zona de los paredones de piedra rosada también se puede acceder a las cuevas que guardan vestigios del arte rupestre de las comunidades que habitaron allí hace seis mil años.
El Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) sugiere practicar en los meses de verano las excursiones que surcan los cañadones y permiten disfrutar del agua fresca, y realizar en días algo más frescos las que tienen como meta las cimas del Cerro de la Carpa (1.060 msnm) o del Cerro Vavacuá (980 metros), dos de los picos más altos de la provincia, que premian el esfuerzo con magníficas panorámicas.