Confederaciones Rurales Argentinas rechaza la profundización de la destructiva política triguera oficial, anunciada por el Gobierno nacional con presencia de parte de la cadena triguera, donde establece, entre otras cuestiones, los precios máximos del trigo así como mecanismos artificiales para controlar dichos precios. Las consecuencias de estas erradas medidas las volverán a pagar las más de 200 localidades que producen trigo, los productores trigueros, los consumidores de pan y, por supuesto, el país en su conjunto.
La política triguera del Gobierno nacional lejos de brindar previsibilidad y transparencia, genera mayores riesgos y un desincentivo a la inversión en la siembra. Las condiciones climáticas y de precios internacionales brindarían la posibilidad de incrementar el área en un 50%, sin embargo desde el Ejecutivo se conforman con continuar produciendo muy por debajo de este potencial, llevando a cabo una presión impositiva récord y la intervención en el mercado reduciendo los precios que reciben los productores en al menos un 10%, según la información que brinda el propio Ministerio de Agricultura.
Es el propio Minagri quien no responde sobre el motivo por el cual el productor no recibe el precio FAS que le corresponde, siendo en consecuencia cómplice silente del deterioro del valor de comercialización que percibe el productor primario
Por último, Confederaciones Rurales Argentinas manifiesta que no ha sido convocada ni ha asistido a ninguna reunión para discutir y proponer una nueva política triguera, transparente y previsible, que permita a la Argentina alcanzar su potencial de producción y recuperar los mercados internacionales.
Sepan los productores distinguir, en consecuencia, quienes quieren producir más y mejor y quienes quieren quedarse con su esfuerzo.
Confederaciones Rurales Argentinas, Jefe de Prensa, Lic. Diego Abdo
