Las fuerzas políticas abajo firmantes advierten sobre la grave situación institucional de la ciudad de Bahía Blanca.
El gobierno municipal, bicéfalo, con una conducción formal (Bevilacqua) y otra real (Larraburu) ha abandonado el rol mediador del estado municipal ante los conflictos.
En todos y cada uno de ellos ha colocado el peso del gobierno en favor de un sector, sin armonizar intereses en pugna, y alentando muchas veces negocios generados en base a la falta de transparencia.
Recientemente se consumó una nueva estafa a la confianza de los vecinos. Ya en el 2011, el actual Ministro de la Producción, Cristian Breitenstein, dejó la Intendencia por la que fue reelecto en las últimas elecciones municipales, generando un verdadero engaño a la sociedad bahiense. Ahora el actual Jefe comunal, Gustavo Bevilacqua, dejó el Frente Para la Victoria, y se pasó al Frente Renovador, en una muestra más del desapego a la calidad institucional.
Es verdad que nunca se destacó el oficialismo por el respeto a la institucionalidad, pero este tipo de conductas, dañan la credibilidad de los vecinos en la política y en el ejercicio de la función pública.
Los desbordes hegemónicos y autoritarios del oficialismo, el hastío frente a la corrupción generalizada y la creciente sensación de que “todo vale” para asegurar y aprovecharse del poder, han disparado una amplia y generalizada demanda social de cambio.
Es inadmisible que el presidente del HCD, que responde al ex Intendente, Cristian Breitenstein, y al gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, se arrogue facultades que deben ser propias del jefe comunal. Los reclamos de temas prioritarios para la ciudad vinculados con el agua y la inseguridad deben estar en la agenda del Intendente. Estas pujas de poder entre dos sectores bien marcados son las que debemos desterrar. El vecino no puede ni debe ser rehén de dichas internas.
La calidad de un gobierno se mide por el trato que brinda a sus ciudadanos y a las organizaciones que los nuclean y representan, respetando especialmente a las minorías.
El oficialismo hacia el 2015 debe asumir que ha iniciado una nueva etapa: prepararse para ser oposición.
Debemos aclarar todas aquellas cuestiones oscuras que han transferido recursos del sector público al sector privado postergando soluciones.
Nosotros iniciamos el camino de ampliar consensos, previsible, transparente, con todos nuestros vecinos y para todos ellos. Compartido por distintas fuerzas políticas, y en base a coincidencias
Pretendemos recuperar la confianza de los bahienses en su gobierno, que resulte democrático y participativo, para encontrar respuestas sencillas, imaginativas, a los problemas pendientes, para gobernar con todos y para todos.
FRENTE INTEGRACIÓN CIUDADANA – FAUNEN – UNIÓN CELESTE Y BLANCO