
Se expone una retrospectiva del maestro fileteador, Luis Zorz, donde se puede apreciar diversos acercamientos al arte del filete desde composiciones clásicas hasta intervenciones de objetos cotidianos. La muestra se puede visitar en el Museo de la Ciudad del 11 de diciembre al 28 de febrero con entrada libre y gratuita.
Hasta el 28 de Febrero – Museo de la Ciudad – Defensa 223 – Ciudad de Buenos Aires
Horarios: Lunes a viernes (feriados cerrado) de 11:00 a 19:00 horas – Sábados, domingos y feriados de 10:00 a 20:00 horas. Actividad Gratuita.
Se muestran catálogos, fotografías y bocetos de obras propias y de amigos artistas.

Antonio Luis Zorz
Nació el 17 de julio de 1932, en el barrio porteño de Flores Sur. Hijo de Josefina Feltrin Zorz, italiana nacida en Udine y Antonio Luis Zorz, italiano también y de procedencia veneciana. Durante su niñez y adolescencia los carros utilizados para transporte fueron parte de su cotidianeidad ya que su casa estaba ubicada a escasos metros de la carrocería de Pablo Crotti, lugar que se transformó en parte del paisaje diario de Luisito. Hacia 1944, su entrañable admiración carrocera le dará la posibilidad de conocer a quien, con el tiempo, será su amigo para toda la vida: León Untroib. En 1945, luego de mudarse con su familia en Villa Lugano, tiene su primer empleo en el taller de Alfonso Ravena como letrista. Transcurre entonces 1956 cuando, entre carteles y marquesinas, conoce a María Carmela Agati con quien, tras 5 años de noviazgo, darán el sí con la ilusión de formar una familia; sueño que concluye, años más tarde, con el nacimiento de sus dos hijos: Claudia y Sergio.
Ha fileteado en espacios que ya son parte del patrimonio cultural porteño, como carteles de bares históricos de la ciudad de Buenos Aires, en la esquina Homero Manzi, San Juan y Boedo, en la caja registradora del Café Tortoni, en el Bar Tuñín y objetos como la guitarra de León Gieco o la portada de la primera enciclopedia del tango.
Luis Zorz es uno de los últimos maestros de aquellos formados por la primera generación de artistas de fines del siglo XIX que creó este arte tan porteño como el tango. El filete es para él sinónimo de vitalidad. A sus 82 años sigue trabajando activamente en el oficio que aprendió cuando apenas tenía 12.