A raíz del conflicto que plantea la Federación de Empleados Municipales de la Provincia de Buenos Aires con la Municipalidad de Adolfo Alsina, el intendente de ese partido, David Hirtz nos hace llegar una carta dirigida a los vecinos del municipio y a continuación, una reflexión sobre el rol de los sindicatos de la Argentina, de nuestra redacción.
Carta abierta a los vecinos de Adolfo Alsina
Estimados vecinos. En los últimos días, en medio de una negociación por la pauta salarial, el Sindicato de Empleados Municipales adherido a FESIMUBO ha tomado la decisión de realizar un paro y afectar algunos de los servicios que presta el Municipio, especialmente en la ciudad de Carhué.
Apelando a la razón, al diálogo y a la buena voluntad, el Municipio de Adolfo Alsina ha elevado la oferta salarial a casi un 40 % de aumento para el 2015 en pos de destrabar un conflicto que perjudica únicamente a nuestros vecinos, quienes con el pago de sus tasas contribuyen al pago de los sueldos de los trabajadores municipales.
Sin embargo, la propuesta, que a todas luces es razonable en tanto que la paritaria nacional ha rondado entre el 25 y el 30 % de aumento para el año 2015, fue increíblemente rechazada por esta Asociación.
Además, y a pesar del expreso pedido de la Secretaría de Salud, los integrantes del Sindicato han tomado la repudiable decisión de dejar de prestar servicios esenciales en el Hospital General San Martín, poniendo en riesgo la salud de la población.
Por ello, quiero agradecer a los Médicos, a los Enfermeros y al personal que no se ha plegado a esta reprochable medida, y reconocer especialmente al Dr. Enzo Gasparri, Director del Hospital San Martín de Carhué, que está haciendo lo imposible para poder cubrir las necesidades de atención de los vecinos durante las 24 horas del día, poniendo como debe ser, la salud de los pacientes por sobre todas las cosas.
No vamos a dejar de buscar las opciones que estén a nuestro alcance para solucionar los problemas que el Sindicato está generando, pero no vamos a realizar otra propuesta distinta a la que hemos planteado en la mesa de negociaciones.
Vamos a prestar los servicios esenciales porque son nuestra responsabilidad, y sepan que no vamos a dejarnos extorsionar por un grupo de personas que cree que su derecho está por encima de los derechos de todos los vecinos de Adolfo Alsina.
Una vez más, quiero llamar a la reflexión a los representantes del Sindicato FESIMUBO. Quiero pedirles que levanten la medida de fuerza que perjudica solamente a los vecinos de Adolfo Alsina, y quiero pedirles que acepten nuestra propuesta salarial para este año.
A los vecinos de Adolfo Alsina, quiero pedirles disculpas por todos los inconvenientes y las molestias que la protesta está generando, y decirles que por todos los medios, y en todo momento seguiremos tratando de resolver este conflicto, porque los Adolfo Alsinenses queremos vivir en paz.
Nota de la redacción
Intereses anti patria
Las luchas sindicales en la Argentina tienen una larga historia de traiciones, cobardías y complicidades, que tarde o temprano deberán entrar en debate para reconsiderar su verdadero rol.
En estos días la Federación de los empleados municipales de la provincia de Buenos Aires ha convocado a un paro de los empleados de la municipalidad de Adolfo Alsina (Carhué) pese a que la administración municipal propuso un 40% !!! de aumento, muy por encima de lo que ha dispuesto el gobierno nacional.
He aquí una actitud cobarde, pues se animan con una localidad del interior, alejada de la difusión que podría tener esa actitud en ciudades del conurbano bonaerense, donde las condiciones de trabajo son mucho peores que en Adolfo Alsina.
Desde hace mucho tiempo los sindicatos responden, en sus supuestas luchas, a las conveniencias políticas de las corrientes a las que apoyan o de las que reciben prebendas.
Ya mucho hemos soportado en nuestra Argentina, viendo como sirvieron a los intereses antipatria desde tiempo remotos. En nombre de conquistas sociales lo único que lograron fue la entrega sistemática de empresas y producción a manos extranjeras, sin reparar en si los costos fueran los golpes de estado, el advenimiento de dictaduras, muertes o prisión.
Sucesivamente fueron idiotas útiles para derrocar a Frondizi, Illia, Isabel Perón, Alfonsín o De la Rúa. Para entregar la IKA a Renault, SOMISA a manos privadas, el desguace de los ferrocarriles, la represa FUTALEUFU a poder de ALUAR, YPF, los frigoríficos e industrias alimenticias a empresas extranjeras y así podríamos seguir enumerando en una extensísima nómina. Vemos hoy como le son útiles a las empresas recolectoras de residuos o las que roban con los peajes de las rutas.
Ninguno de los gremios que otrora convocaban a paros, por si solos, como la UOM, SMATA, Ferroviarios, Empleados de Comercio, Textiles, puede hacerlo hoy si no buscan el apoyo de los vinculados al transporte, gremios subsidiados por el Estado, es decir los contribuyentes. Una prueba irrefutable de que aquellas luchas solo lograron la desocupación de mano de obra.
Creemos que es hora de terminar con este sindicalismo que lo único que logra es la pérdida de fuentes de trabajo, es decir todo lo contrario a los intereses que deberían representar.