27 de enero de 1861 (Chiavari, Italia) – 14 de julio de 1945 (Buenos Aires, Argentina)
En el 70º Aniversario de la Pascua de Antonio Solari, laico vicentino, redentorista y dirigente de los Círculos Católicos de Obreros, participamos de la celebración que se llevará a cabo en la Parroquia Nuestra Sra. de las Victorias, situada en calle Paraguay 1204, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La Federación de Círculos Católicos de Obreros los invita a concurrir al triduo preparatorio, el cual se desarrollará del día 11 al 14 del corriente mes, de acuerdo al siguiente cronograma de misas:
Sábado 11 de julio
Misa 19 hs. Lema: “Profeta de la caridad”
Organiza: Congregación del Santísimo Redentor (Redentoristas)
Preside la Celebración: RP Ariel Cattáneo CSsR, formador de estudiantes redentoristas y párroco de Ntra. Sra. de Lourdes, Moreno – Pcia. de Bs. As.
Domingo 12 de julio
Misa 19:30 hs. Lema: “Servidor de los más pobres”
Organiza: Federación de Círculos Católicos de Obreros
Preside la Celebración: Presbítero César Sturba, Viceasesor Espiritual de la Federación de Círculos Católicos de Obreros.
Lunes 13 de julio
Misa 19 hs. Lema: “Testigo de la misericordia”
Organiza: Sociedad de San Vicente de Paul, Rama Serrano (Vicentinos)
Preside la Celebración: Mons. Enrique Eguía Seguí, Obispo Titular de Cissi y Auxiliar de Buenos Aires y RP Juan Carlos Gatti CM, Visitador Provincial de Argentina, Paraguay y Uruguay de la Congregación de la Misión.
Martes 14 de julio
Celebración de la misa de cierre 19 hs. Lema: “Hombre de fe robusta, de esperanza alegre y de caridad ardiente”
Organiza: Parroquia Nuestra Sra. de las Victorias
Preside la Celebración: Mons. Joaquín M. Sucunza, Obispo Titular de Saetebis y Vicario General del Arzobispado de Buenos Aires. Concelebran: RP Ramón Correa CSsR, Superior Provincial de Buenos Aires de la Congregación del Santísimo Redentor. Entre otros sacerdotes que se unirán a celebrar esta Eucaristía.
Don Antonio Solari
Nació en Chiávari, cerca de Génova, Italia, el 29 de enero de 1861, de una familia muy religiosa que emigró a la Argentina cuando Antonio tenía unos cinco años y falleció en Buenos Aires el 14 de julio de 1945.
Laico redentorista, vicentino de corazón, fue un entusiasta apóstol de los necesitados, ejemplo de fe afectiva y efectiva en Cristo vivo, vivificante y vivificador. Buscó a Dios allí donde iba a encontrarlo: en los pobres, obreros, estudiantes, profesionales, encarcelados y a su vez, al reconocerlo y escucharlo, en todos los que lo buscaban.

Don Antonio hizo su apostolado en la parroquia de Las Victorias, desde la llegada de los primeros sacerdotes redentoristas en octubre de 1883 y continuó ininterrumpidamente, durante 64 años, hasta su muerte. Todos los que lo conocieron quedaron admirados por su bondad, buen ánimo, generosidad hasta el extremo, humildad y paciencia asombrosas que le granjearon fama de santidad en vida.
El arzobispo de Buenos Aires, monseñor Federico León Aneiros, le ofreció el cargo de Colector de Rentas del Arzobispado de Buenos Aires, oficio que desempeñó durante 54 años, recibiendo una alta estima por parte de los sucesivos arzobispos por su abnegación y responsabilidad. Ayudaba a los pobres en todas partes, extrayendo dinero de «su bolsillo inagotable», y como fundador y presidente de la Conferencia de Vicentinos de la parroquia, junto a jóvenes profesionales y reconocidas personalidades de la cultura porteña, con quienes visitaba a los pobres semanalmente en sus hogares.
Humanamente podríamos decir, que Don Antonio era de bajo perfil por su sencillez en el trato, pero lleno del Espíritu Santo cuando convocaba a jóvenes de las calles y plazas para recibir la catequesis de iniciación. Con estos jóvenes Don Antonio formó la Asociación de Jóvenes Cristianos, colaboró con el Padre Federico Grote en la fundación de los Círculos Católicos de Obreros. Su gran amor por nuestra Madre lo motivó a fundar también la Archicofradía de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.
Desde 1919 y todos los 11 de noviembre, convocaba a miles de estudiantes secundarios y universitarios para la Misa del Estudiante contando también con la colaboración de Presidentes de la República, Ministros del Poder Ejecutivo y altas autoridades eclesiásticas, militares, decanos y profesores.
También tuvo el cargo de protesorero del histórico XXXII Congreso Eucarístico Internacional de 1934, celebrado en Buenos Aires con la presencia del secretario de Estado del papa Pío XI, cardenal Eugenio Pacelli, luego papa Pío XII.
Este incansable laico enardecía a los miembros de la Conferencia Vicentina con su palabra cálida y vibrante y era para todos un espíritu de entrega, visitando enfermos, moribundos, legalizando y regularizando matrimonios. Su mayor dedicación fueron las vocaciones sacerdotales y religiosas. Su deseo más íntimo había sido ingresar al Seminario para ser ordenado sacerdote, pero esta vocación no pudo realizarse debido a la muerte de su padre y a la enfermedad de su hermano mayor que lo obligó a ser el sostén económico de su familia. Fue tal su amor al Señor y su necesidad de anunciarlo de distintas maneras que descubrió la vocación de varios jóvenes que con su acompañamiento llegaron a ser sacerdotes. Fuente: Agencia AICA.