
Enrique Braver nació en Buenos Aires, en el año 1965.
Desde pequeño demostró una gran inclinación por las Artes. Aprendió dibujo.
Al comenzar sus estudios secundarios, decidió estudiar construcciones, atraído por la estética de los particulares edificios antiguos situados tanto en la Av. de Mayo como en algunas calles porteñas.
En su empeño por trasladar su pensamiento artístico a los objetos de consumo tradicional como Mates, Vasos, Platos, Cuchillos, Recipientes, comenzó por hacer piezas que se destacan por el alto relieve, y que conllevan un tiempo importante de desarrollo.
Hoy en día es poco común encontrar piezas contemporáneas de buena calidad y cinceladas a mano.
Esto sucede ya que los artistas que llegaron a las costas rioplatenses hacia fines del siglo XIX y principios del siglo XX, en especial provenientes de países como Italia y España, han desaparecido; esto se debe a que la producción en masa los absorbió casi por completo.
Si bien es innegable que con medios mecánicos, buenos materiales y de forma totalmente automática, es posible lograr varias piezas por minuto y de alta calidad, esta realidad se reduce a su mínima expresión ante la presencia de piezas de plata trabajadas y cinceladas totalmente a mano, que traducen el carácter, el ánimo, reflejando el alma y la emoción del artista, quien logra obtener una pieza: un plato o un vaso cincelado a mano, luego de un arduo trabajo.
Esto le permite al orfebre diseñar piezas totalmente diferentes unas de otras, con un efecto particular y diferente, que no lo podría imitar por más que se lo propusiera.