La Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático y el Acuerdo de París, determinan la obligación de alcanzar una economía neutra en carbono en la segunda mitad de siglo y, por tanto, de aplicar las diferentes normas que se acuerden tanto a nivel internacional como a nivel local para lograrlo. En este sentido la legislación, las políticas públicas y las iniciativas empresariales deben determinar el camino para llegar a la meta establecida.
La actualidad de la problemática del cambio climático en las agendas de los países del mundo debe servir de inspiración a las empresas que operan en nuestro país para que materialicen su compromiso con la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a su actividad.
A nivel global, y en menor medida a nivel local, numerosas empresas contemplan estrategias y planes de actuación contra el cambio climático basadas en la disminución gradual del uso de combustibles fósiles.
La apuesta por energías más sostenibles encuentra en el cálculo de la huella de carbono una potente herramienta a través de la cual tener un conocimiento exhaustivo de las emisiones de GEI de una empresa, y así poder realizar una correcta gestión de las mismas.
¿Cuales son las claves para que grandes y pequeñas empresas aprendan a gestionar de forma eficaz su huella de carbono, tanto en su medición y gestión? A la larga les ayudará a gestionar los riesgos y oportunidades de una compañía en relación a los GEI de los que es responsable de una manera global e integrada, puesto que abarca las emisiones asociadas a la cadena de valor completa del negocio, permitiendo incorporar la “componente carbono” a la toma de decisiones.
¿Cuáles son las distintas fases a seguir para la correcta medición de la huella de carbono?
Hay que seleccionar la metodología, definir el alcance de la huella de carbono, recopilar los datos directos e indirectos con su posterior proceso de cálculo para hacer el informe final con su certificación y plan de acción con sus objetivos de reducción y, actuaciones previstas.
Finalmente, se deberán establecer las estrategias que permitan mitigar y/o compensar las emisiones generadas por la organización.
Se trata de evitar nuevas inversiones ineficientes en combustibles fósiles. El objetivo es lograr la plena descarbonización del mix energético.