La conmemoración por los 60 años del CONICET llegó a lo más alto; al lugar predilecto de las aves de montaña y los andinistas: el Aconcagua. Es que la ciencia, al tratar de comprender los misterios de vida y la naturaleza para mejorar la vida de las personas, está presente hasta en los terrenos más difíciles. Allí, en Plaza de Mulas, a 4350 metros de altura, se instaló la estación meteorológica “Churi” y, junto a ella, una placa alusiva al aniversario del Consejo.
Esta estación meteorológica es, en realidad, un nodo de la red de estaciones meteorológicas automáticas instaladas en la parte alta de la cuenca del río Mendoza. Forma parte del proyecto ¨Adaptación a las Consecuencias del Cambio Climático en el Sistema Hidrólogico de Cuyo¨, de la Secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial de la Provincia de Mendoza, que tiene como principal objetivo contribuir a la reducción de la vulnerabilidad de la provincia frente al cambio climático mediante el aumento de la capacidad adaptativa del sector hídrico.
Dentro de este proyecto, el Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA, CONICET- UNCuyo – Gob. Mza.) participa del primero de sus componentes: el fortalecimiento de la base de información que busca acrecentar la capacidad para monitorear, modelar e interpretar la variabilidad climática y la disponibilidad de recursos hídricos en la Cordillera de los Andes.
El IANIGLA brinda un aporte científico al proyecto, tanto para la instalación de las estaciones como para la lectura de la información que arroja el sistema. Para cumplir el objetivo del Proyecto es necesario mejorar la red actual de estaciones hidrometereológicas e implementar un sistema de información para apoyar la planificación y la política pública en relación al cambio climático y a los recursos hídricos.
“La puesta en funcionamiento de estas estaciones constituye un elemento fundamental para concretar los objetivos del proyecto y permitirá, por otra parte, complementar y ampliar en forma sustancial la red de estaciones meteorológicas de alta montaña que el IANIGLA y otras instituciones tienen instaladas en distintos sectores de la Cordillera de los Andes”, manifestó Mariano Masiokas, investigador independiente del CONICET en el IANIGLA.
Siete estaciones meteorológicas de altura
Hasta el momento se encuentran instaladas en sus sitios definitivos cuatro de las siete estaciones del proyecto: una, en el paso Cristo Redentor (a metros del monumento, en el límite con Chile); la segunda, en la localidad de Las Cuevas (a escasos kilómetros del túnel internacional que conecta Argentina con el país vecino); la tercera, en Plaza de Mulas (campamento base del cerro Aconcagua), y la última se encuentra en el frente del glaciar de escombros Morenas Coloradas en Vallecitos.
Se espera que las restantes tres estaciones sean instaladas en lo que queda del año en el sector oriental de la cuenca alta del río Mendoza, sobre la Cordillera Frontal. Los sitios elegidos permitirán ampliar la cobertura espacial de los registros en diferentes ambientes de la cuenca alta y maximizar la utilidad del instrumental y de la información meteorológica, una vez que la red se encuentre en plena operación.
Actualmente existen muy pocos conocimientos sobre la meteorología y la climatología de la Cordillera Frontal de la provincia de Mendoza. Este sector cordillerano -conformado por el Cordón del Plata hacia el sur y por la Cordillera del Tigre hacia el norte, en la cuenca del río Mendoza- se ve expuesto tanto a los temporales de nieve de invierno como a las tormentas convectivas de verano. Estos eventos tienen una importante incidencia no sólo en la acumulación invernal de nieve -que representa un importante y poco conocido recurso hídrico- sino también en la ocurrencia de aludes y destrozos a lo largo de una extensa porción de la ruta nacional 7, entre el dique Potrerillos y la localidad de Polvaredas.
“Las cuatro estaciones que se destinarán al monitoreo de la Cordillera Frontal fueron distribuidas en dirección Norte-Sur y en forma, aproximadamente, equidistante para maximizar nuestra capacidad para estudiar y conocer la meteorología y la climatología de este extenso y poco conocido sector de la cuenca del río Mendoza”, dijo Lucas Ruiz, investigador asistente del CONICET en el IANIGLA cuyas investigaciones se centran en tratar de comprender cómo los glaciares son afectados por los cambios climáticos a diferentes escalas temporales.
Las siete estaciones meteorológicas automáticas cuentan con un controlador que opera los sensores, registra la información y la formatea para su transmisión satelital. Los distintos sensores miden la temperatura del aire, del suelo, la humedad relativa, la presión atmosférica, la velocidad y dirección del viento, la radiación solar, la precipitación líquida y sólida y la altura de nieve. Además, posee un sistema de transmisión satelital que utiliza el Satélite Geoestacionario Operacional Ambiental (GOES, por sus siglas en inglés).
“Estos esfuerzos permitirán incorporar la información obtenida a la red mundial de estaciones meteorológicas de altura, iniciativa fomentada por numerosas organizaciones internacionales para un mejor entendimiento y monitoreo de los cambios climáticos que están ocurriendo en las regiones montañosas del planeta”, reflexionó Masiokas.
Fuente CONICET