La gran noche de El Exilio Universal
Por Ignacio Bustos
El Exilio Universal celebró sus tan esperados 25 años, el pasado jueves 15 de noviembre en el ND ATENEO. A esta altura se podría decir que ‘El Exilio Universal’ es mucho más que un referente del under. La ruta del Exilio tuvo su parada más importante. El Exilio Universal tiene marcado a fuego el asfalto porteño, donde el tango de arrabal es otro de sus fuertes; cada tanto sacan a relucir el viejo genero con sendos rescates emotivos de la vieja Buenos Aires junto sus incondicionales aliados del «Quinteto Negro la Boca», con quien en más de una de una ocasión han compartido estudio y escenarios.
Sus cuatro discos de estudio (Condón Sudaka, Triste (para los pescados), Anarkito y La Doblegota) y el quinto que será el recital de los «25 años», son un testimonió del asfalto porteño. Cargada de singulares personajes de la noche, la bohemia y barrios como San Telmo, La Boca y Barracas. Su carismático líder, Emir Seguel, un poeta urbano de nuestros tiempos.
Lejos de ser aquellos chicos de San Telmo que alguna vez subieron a tocar covers de los stones en los ’90 y curtidos por los años y las experiencias, lograron forjar una impronta muy particular, cargada de poesía, dolor y color. Hacen poesía en tiempos de «rock fast-food».
¿Cómo llega El Exilio a la gran noche del concierto de los 25 años?
Muy bien. Llega con la expectativa de subir al escenario y desplegar un show de 25 canciones, las cuales son partes de nuestros distintos discos. Con el estreno del videoclip, los invitados en distintas canciones, registramos todo para un futuro DVD.
¿Sintieron un poco la presión de saber de antemano que iban a grabar un disco en vivo?
Mira, eso que una vez que subís al escenario, te olvidas. Porque estás concentrado en lo que tienes que hacer. No creo que no que estemos pensando en ese momento que estamos grabando. Lo que creo que sucede es que estamos disfrutando de cada canción. Cambio el Chip” una vez que subo al escenario. A mí me da mucha paz subir a un escenario, mucha serenidad. Siento que es el lugar donde puedo hacer lo que quiero y, capaz si voy por la calle, no puedo hacer lo que quiero.
¿Cómo es el día a día para una banda acostumbrada a la auto gestión?
Es trabajoso, pero uno tiene la libertad de hacer lo que quiere. Tenemos un grupo de gente que colabora en distintas áreas, lo que es producción. Tanto de un show como de la previa de un show, O de algún videoclip que filmamos. Entonces no estamos solos del todo. Pero durante estos 25 años, para nosotros es natural hacernos cargo de todo. Y después lo que es edición de discos, uno se fue empapando de lo que es la producción. Desde hacer una canción, hasta terminar un disco. La misma necesidad me llevo a mí a aprender hacer distintas cosas de lo que es la producción de un disco. De apoco me fui metiendo con las maquinas, a trabajar, y un poco a estudiar los programas de grabación, edición y post producción. Se fue dando así, y de alguna forma tomé el rol de productor de la banda.
Te llevó más en el tiempo; su primer disco lo graban en el 2001, en los dramáticos días del 20 y 21 de diciembre .
A «Condon Sudaka» lo grabamos en el 2001.Si. Era una grabación un tanto casera, y después se trasformó en nuestro primer disco de ocho canciones. Creo que ese disco permeable a lo que estaba sucediendo en ese momento. Hasta el segundo disco pasan 8 ocho años: “Triste (para los pescados)”,ese fue disco que tuvo su proceso que fue mutando bastante, incluso la banda fue cambiando de integrantes sobre la marcha. Nosotros, también empezamos a producir nuestros propios discos, nuestro propio proyecto, mejor dicho. y bueno así se llegó al disco; grabando muchísimo material, descartando. La banda también fue cambiando integrantes.
¿Crees que el Under murió con Chaban?
Uno puede tener bastantes razones para decir que murió. Omar que fue un tipo súper creativo, impulsivo. Nosotros tocamos un par de veces en Cemento, ese año 2004. Después Omar nos ofreció de ir a Cromañon, pero muchos meses antes de lo que pasó.
Hay movidas que pueden morir y resucitar. Yo creo que en este caso, el Under no va a volver a ser como era antes, y está bien que así sea. Hoy por hoy, no estoy muy al tanto de lo que sucede. No salgo demasiado. Lo veo todo muy aburrido, como con poca inventiva. Creo que se lo manipula bastante, y hay gente a la que le conviene que exista un circuito under, para lucrar con las bandas y hasta es preferible tenerlas ahí, a que las bandas crezcan, porque se acaba el negocio.
Si tuvieras que elegir un cuatro discos de estudio ¿con cuál te quedas?
Y, el que vamos hacer ahora. Porque va a tener de todo un poco; este disco en vivo, que va a tener canciones de cada uno de nuestros trabajos anteriores. Sacamos una trilogía, que van a ser tres volúmenes, y ahora acaba de salir el “Uno”. El año que viene ya vamos a sacar el “II” y el “III”.
¿Se consideran una banda experimental a nivel artístico?
Si, son experimentos que uno hace de estar rodeado de gente que se dedica un poco a la parte escenógrafa. Siempre estamos rodeados de gente con cualidades artísticas que complementan a lo musical. Yo creo que no existe un rock purista. Uno experimenta constantemente, en cuanto a lo que respecta a una estética, nunca planeamos demasiado, de alguna forma lo que pasa alrededor. Vamos haciendo nuestro camino y es interesante eso, como de alguna forma lo musical y lo poético se vayan entrelazando con experiencias nuevas, nos complementamos con otros artistas de distintos géneros, y eso por ahí puede ser una cualidad de la banda.
¿Cómo nace el Exilio como nombre?
Como te decía antes, cuando se arma una banda y había que ponerle un nombre, yo tenía un poema que se llamaba “El Exilio” y le clavé ese nombre.
Ignacio Eduardo Bustos
Nació en la ciudad de Buenos Aires el 25 de junio de 1981.
Se dedica al rubro inmobiliario aunque su vocación es el periodismo. Desde hace años escribe para diversos medios on line, desde deportes hasta reseñas culturales de discos a cine y teatro.
Vive en San Isidro, en el corazón de la Zona Norte del Conurbano Bonaerense.