“Queridos padres:
“Los extraño mucho, estoy en Tierra del Fuego; hoy es jueves 22 de abril, el buque avanza muy bien así que no hay que preocuparse; estoy en la entrada del Canal del Beagle, el día está feo, nublado y hay una interminable llovizna, pero las aguas están tranquilas…”
“Quiero decir muchas cosas en esta carta, pero no puedo porque estoy medio confundido con respecto a mis pensamientos, ya que un día se dice una cosa y al otro día otra distinta, pero siempre llego a la conclusión que no sé nada…”
Un fragmento de la última carta que Rubén Horacio Álvarez, el joven conscripto marinero de Coronel Dorrego, le enviara a sus padres antes de morir con el hundimiento del Crucero General Belgrano durante la Guerra de Malvinas.
Con la lectura de ese fragmento, Walter Lagos, director de Cultura de la municipalidad de Coronel Dorrego, inició el acto en conmemoración del 2 de mayo que se realizó en el Centro Cultural y que fue presidido por el intendente Raúl Reyes.
Luego de la entonación del Himno Nacional, habló la sub directora de Deportes de la comuna, María Soledad Acosta, quien entre otros conceptos muy sentidos mencionó: «1.093 familias vieron devastadas sus vidas. La supresión de una esperanza, la pérdida insoportable, la ausencia perenne. La imponente marea, custodia en movimiento, 323 vidas. Lleva consigo el insolente consuelo del deber cumplido, de la injusta tragedia. Mucho se dijo de la ilegal agresión. Poco se dijo de los que sobrevivieron, 770 ciudadanos que vieron naufragar su cotidianeidad, su futuro».
Más adelante agregó: «Rubén Horacio Álvarez y Omar Santiago Cisneros, caminan nuestra historia, ilustran nuestro destino. Dorrego vuelve la vista al mar en el mayor homenaje que un pueblo puede rendir a quienes disponen sus anhelos y su vida por el país.»
«No claudiquemos en la gran epopeya de rendir honor a nuestros mártires, en transmitir a generaciones futuras, que nuestro Distrito cuenta con un gran frente marítimo que cobija insuficientemente a nuestros héroes. Para ello, nuestro país, nosotros y nuestras instituciones, tenemos el compromiso de recorrer el camino noble de la paz». «Paz sin olvido, para quienes dejaron su vida durante y después del conflicto. Paz en favor de la concordia de los pueblos. Argentina en paz». Finalizó María Soledad Acosta.