La figura silenciosa detrás del éxito en el Mundial de Básquet
Luis Scola, Andrés Nocioni y compañía, allá por el 2014, denunciaron públicamente a la gestión de la CABB y amenazaron con no disputar el Mundial de Básquet si no se iban todos los dirigentes. La demanda fue escuchada y Federico Susbielles, hombre de confianza de los jugadores, asumió cómo presidente del organismo que nuclea al mencionado deporte a nivel nacional. Pero, ¿cómo evalúa todo lo sucedido en el último tiempo el dirigente hasta alcanza al subcampeonato en tierras asiáticas?
«Hice lo que creí necesario para devolver algo a mi deporte. Cuando los chicos me fueron a buscar me sorprendió porque con algunos ni siquiera había hablado. Me contaron cuál era la situación, la analicé y me di cuenta que era de extrema gravedad», indicó. Y agregó: «Yo tenía otros planes, pero no pude mirar para otro lado. Además porque me lo pedían tipos a los cuales admiraba y yo me sentía con capacidad para hacerlo».
Susbielles, además, contó todo lo que atravesó desde que se hizo cargo. «No teníamos ni los pasajes para que el seleccionado viajara. En realidad, no teníamos ni para viáticos. La gestión anterior había cobrado por adelantado derechos de la comercializadora, teníamos sponsors caídos y se debían dos meses de sueldos a los empleados. La deuda era de cuatro millones de dólares y recuerdo que llegamos a tener 700 cheques rechazados. Y sumale la pérdida total de prestigio…», recordó el bahiense de 48 años que jugó en la Liga Nacional entre los años 80 y 90.
«Cuando entramos físicamente a las oficinas nos dimos cuenta que se habían robado hasta la copa del 50, que faltaba la réplica de la medalla de oro, camisetas de los jugadores…», señaló el dirigente. A su vez, tiró: «Por eso, además de avanzar, no quisimos olvidarnos de por qué se había llegado hasta ahí. Fuimos querellante de la causa contra el presidente Germán Vaccaro porque estábamos seguro de que teníamos las pruebas suficientes para demostrar una administración fraudulenta».
Luis Scola, por su parte, le agradeció la forma de trabajar a Susbielles. «Chubi va a quedar en la historia. Lo que hizo a nivel gestión es equiparable a lo que nosotros hicimos en la cancha. A mi forma de ver, y a la de muchos, lo que logró en las oficinas estuvo al mismo nivel de lo que hizo la Generación Dorada. Blanqueó la CABB, la saneó y construyó una organización en la que hoy no tiene deudas, está al día y en la cual nadie robó nada. Me da orgullo y reconforta. Ellos son los mejores testigos de cómo estaba la CABB y lo que es hoy. Yo llegué para honrar los valores de la Generación Dorada y que ellos lo digan es una caricia al alma. Ojalá lo podamos convencer y esté en Tokio, y después que siga cerca aportando su compromiso y visión. Aún tiene mucho para dar», indicó una de las figuras en China.
En la parte economía, Susbielles comenta que la CABB dio superávit en los últimos cuatro balances. «Pudimos renegociar y pagar la deuda de 33 millones de pesos. En CABB pasamos de tener 8 empleados (4 en negro) a 16 en blanco dentro del staff estable y 20 más con los becados. Lo logramos con ayuda del Enard y la Secretaría de Deportes, pero nosotros hicimos lo nuestro. Tenemos más sponsors que nunca, llevamos la Selección al Interior durante las ventanas clasificatorias, llenamos todos los estadios y pudimos cerrar contrato para conseguir indumentaria de primera línea por primera vez», contó.
«El básquet tiene una nueva gran oportunidad que tenemos que aprovechar», avisó el también político, aunque todavía no se sabe qué será de su futuro, porque en diciembre hay elecciones en la CABB y en Bahía Blanca, donde es candidato a intendente. Y cerró: «Veremos, no me quiero adelantar. No fue fácil aceptar la decisión y tampoco transitar este camino. He dejado de lado mi carrera y también momentos con mi familia. Pero valió la pena».
Fuente: www.ole.com.ar