Un suboficial de la Armada Argentina, oriundo de Bahía Blanca, tuvo una destacada actuación al socorrer a una familia que se le incendió su casa. Cuenta sobre el hecho repasa su vida naval, ahora asignado en la fragata ARA “Libertad”.
“Cuando hay alguien en problemas, me sale ayudar”
Suboficial Segundo Raúl Darío Maggini, de Bahía Blanca.
De especialidad Mar y nadador de rescate, el suboficial segundo Raúl Darío Maggini, socorrió a una familia a la que se le incendiaba su vivienda ubicada en la ciudad de Punta Alta. Se dirigía junto a su esposa a realizar compras por el centro de la ciudad de Punta Alta, cuando su vocación de servicio se hizo presente al ver salir humo de una casa.
Alarmado por la situación, no dudó en ingresar a la vivienda. “Ví que una señora pedía auxilio, le avisé a mi señora que llame a los bomberos y tomé la decisión de ingresar. Una vez adentro, me dirigí al entrepiso donde observé humo y fuego, y con una manguera de riego domiciliaria que me brindó la dueña de casa, comencé a sofocar los diferentes puntos de incendio”, comentó.
Y agregó que “luego de varios minutos pude sofocar el incendio. Lo más importante que pensaba era que no haya personas que corran peligro dentro de la casa. Lo material no se pudo rescatar, por suerte, no hubo que lamentar víctimas”.
Horas más tarde, Raúl y su señora regresaron al lugar para conversar con la dueña de casa y saber cómo se encontraba tras el incendio. “Le consulté cómo se sentía y si necesitaba algo. Todavía se encontraba en estado de shock, pero estaba siendo contenida por su hija y su nieta, que residen en la misma locación”.
Con respecto a la familia, Maggini resaltó que siguen trabajando para poder ayudarlas con ropa, víveres y cualquier otra ayuda que puedan necesitar. “Lo que realicé se lo debo en gran parte a la educación recibida en mi hogar y en mi carrera naval; es un 50 y 50. Una mitad a lo recibido por mis padres y la familia, y la otra mitad por lo aprendido de mis superiores y mis camaradas en cada uno de los destinos donde desempeñé mi tarea”, destacó.
Concluyó diciendo que “nadie está exento de que le suceda este tipo de situaciones. No me considero un héroe, sino una persona gratificada de haber brindado ayuda a una familia que lo necesitaba”.
Una vida al servicio de la Patria
Nacido hace 35 años en Bahía Blanca, Raúl se crió junto a su madre y sus 4 hermanas. La primera vez que tomó contacto con la Armada fue cuando su cuñado, Suboficial Mayor retirado, lo llevaba a conocer las unidades navales ubicadas en la Base Naval Puerto Belgrano.
“Tanto me gustaba que dije que, cuando fuera grande, iba a ser parte de la Armada. Siempre recibí el apoyo de mi madre para poder ingresar y forjar mi camino dentro de la Fuerza”, añoró.
Raúl tiene dos hijos: Tomás de 15 y Hanna de 12 años, quienes viven en Córdoba junto a su ex-pareja. Actualmente reside en Punta Alta con su señora Ivana y la hija de ella.
Este marino ingresó en el 2002 a la Escuela de Suboficiales de la Armada. Realizó el Período Selectivo Preliminar y egresó a finales de ese año. Su primer destino fue el transporte rápido multipropósito ARA “Hércules”.
Luego su vida naval lo llevó por destinos como la fragata ARA “Libertad”; el yate ARA “Fortuna III”; el transporte ARA “Bahía San Blas”; el destructor ARA “Almirante Brown”, la corbeta ARA “Robinson” y el buque logístico ARA “Patagonia”, entre otros.
Actualmente está destinado en la fragata ARA “Libertad”–que tiene apostadero en la ciudad de Buenos Aires–, en el puesto de contramaestre del Palo Mayor.
«He navegado y conocido muchos lugares en mi carrera. Muchas experiencias hermosas, como fue poder conocer la Antártida a bordo del rompehielos ARA ‘Almirante Irízar’ en la Campaña Antártica de Verano 2004-2005 o haber estado en la República de Haití, realizando una misión de paz, a bordo del buque de transporte ARA ‘Bahía San Blas’», recuerda el Suboficial Segundo, quien es además nadador de rescate.
Para Maggini “servir a la Patria es estar 24 horas, los 365 días del año a disposición del servicio para estar disponible ante cualquier situación y hacia cualquier lugar”.
Fuente: Lic. María Silvina Rosas – Mar Adentro – www.gacetamarinera.com.ar