Sociedad a la deriva
Por Jorge Giacobbe (Padre) – Director de Giacobbe & Asociados
Se dice entre ingenieros que cuando un dique gotea tarde o temprano se derrumbará.
¿Podrá aplicarse esta sentencia de la ingeniería como metáfora capaz de interpretar el curso futuro de la Argentina?
Si aceptamos aplicarla, de inmediato surgiría una pregunta de respuesta letal: ¿cuántas goteras exhibe la Argentina?
Pobreza y desocupación en ascenso, corrupción ininterrumpida, droga campante, deserción escolar elevadísima, recesión económica, endeudamiento externo y quizá nuevo default, cierre masivo de comercios minoristas, quiebra de grandes empresas, abandono del país de empresas internacionales radicadas aquí por décadas, imposibilidad de crédito externo, concentración económica, crecimiento de la violencia intrafamiliar, inseguridad callejera y domiciliaria, millones de compatriotas sobreviviendo de la dádiva estatal o del heroísmo de los comedores populares, obras sociales y prepagas medicas quebradas o en riesgo, grandes centros urbanos con severos problemas energéticos, presos con condenas graves liberados, intendentes que » bancan» el reparto de drogas en ambulancias de sus hospitales, concejales e intendentes cobrando el IFE, políticos y empresarios asociados para asaltar el Estado y » jueces amigos» que disimulan sus tropelías.
Podría seguir enumerando goteras, pero abreviemos. Lo señalado alcanza. Y encima, como si fuera poco, el Covid.
Consecuencias de lo descripto:
77% de los argentinos actuaría igual que el jubilado de Quilmes en caso de que su hogar resultara atacado por delincuentes. 38% de los argentinos tendría un arma de fuego comprada ilegalmente para defenderse de ataques delincuenciales. 6% de los argentinos ya compró un arma de fuego ilegal. 66% de los jóvenes menores de 30 años se irían del país en caso de poder hacerlo.
63% de los empresarios argentinos no cree en la capacidad de ningún dirigente político local para conducirnos hacia un país normal. 3% de los empresarios argentinos confían totalmente en la capacidad de la dirigencia argentina. 5% de los empresarios argentinos están muy entusiasmados por poder trabajar en la Argentina.
¿Y por qué llegamos a este estado de ánimo?
Mira: 66,4% de los argentinos creen que el Poder Judicial está asociado al narcotráfico.
- 65,6% de los argentinos creen que la política está asociada al narcotráfico.
- 70,6% de los argentinos creen que la policía está asociada al narcotráfico.
Hace 6 años, en 2014, hicimos preguntas semejantes a estas referidas a la visión de la sociedad sobre la posibilidad de que las principales instituciones del país estuvieran asociadas al narco, encuestando solo en CABA y PBA.
Respecto de la justicia, la opción «no estoy para nada de acuerdo con que exista tal asociación» arrojó 5,1% en PBA y 2,8% en CABA.
- Respecto de la policía, el no categórico dio 3,6% en PBA y 1,6 en CABA.
- Y respecto de la política creía que ese vínculo no era tal el 4,7% de PBA y el 1,8% de CABA.
Léase, hace seis años la sociedad argentina ya intuía una extendida asociación entre delito organizado, justicia, política y policía. IGUAL QUE HOY. Desde este contexto de goteras y creencias letales se hace difícil creer en una salida sencilla o de tramite breve.
La idea de disolución es tan profunda que 5 o 6 fotos de 3 políticos de distinto credo reuniéndose para acordar algo frente a una catástrofe es recurrente tapa de diarios y comentario asombrado de todo el mundo.
Estamos en problemas serios. El dique no solo gotea, sino que parece una ducha. Desde esa visión estamos siguiendo muy atentamente la evolución de imagen positiva de una veintena de figuras políticas de todos los credos que podrían ser necesarios en el mañana inmediato. En esta medición encontrará a seis de ellos. Son algunas de las figuras por las que la calle más pregunta, por bien o por mal.
Alguien me preguntó por estos días si esta veintena de dirigentes seleccionados es lo único que hay. Y la respuesta es claramente NO. Sabemos que en los 2.164 municipios argentinos hay buena cantidad de administradores honestos, eficaces y satisfactorios para sus pueblos, aun en estas circunstancias. PERO NO SON CONOCIDOS por el gran público. En parte porque el periodismo no tiene tiempo ni lugar para ocuparse de ellos, en parte porque no saben cómo dar sonoridad a su tarea, en parte por el tamaño de sus comunas: 1591 (73.5%) municipios tienen menos de 10.000 habitantes, y en parte porque, por no ser parte de escándalos, parecería no tener sentido ponerlos en foco.
Aunque usted no lo crea, en varios lugares de este país los políticos, policías y jueces locales son respetados. Es precisamente por ello que muchos argentinos impedidos de mudarse al exterior han comenzado a pensar en radicarse en pequeñas ciudades del interior. Ante esta extendida sensación de disolución del orden razonable mínimo cada ciudadano se defenderá como pueda. Esa es la etapa que viene.