El Senado de la provincia de Buenos Aires, convirtió en Ley dos iniciativas del diputado de Juntos por el Cambio, Emiliano Balbín, mediante las cuales se destacan las figuras del escritor César Aira y del jurista y diplomático radical Leandro Dospouy, como personalidades de la Provincia.
Fueron distinguidos con el título de Personalidad Destacada de la Provincia.
César Aira
Nació en Coronel Pringles en 1949, y es un escritor y traductor argentino que publicó más de cien obras, sobre todo novelas cortas, que él mismo definió como “cuentos de hadas dadaístas” o “juguetes literarios para adultos”.
Elogiado por colegas nacionales e internacionales, el mismo Aira se volvió personaje en sus fábulas, donde suelen ocurrir episodios tan mágicos como hilarantes, en escenarios diversos como Coronel Pringles, el barrio de Flores (donde vive actualmente el escritor), Rosario, las sierras de Córdoba, los Alpes suizos, las islas del Caribe y la Patagonia. Suerte de atlas de la imaginación novelesca contemporánea, Aira es uno de los escritores más influyentes de la Argentina.
En el día de su 72º cumpleaños (23 de febrero), el escritor tendrá su festejo en la Biblioteca Nacional Mariano Moreno. Fueron los mismos editores los que resolvieron festejar a Aira y su literatura en la Biblioteca Nacional. El origen del festival fue la intención de celebrar dos hitos: los setenta años de Aira y los cien libros publicados, a los que llegó el año pasado.
En el festival habrá lecturas, música y venta de libros de las editoriales nacionales que puedan acercarse con su material. Además, participará su agente europeo, Michael Gaeb, el librero que jura tener los cien y más títulos del autor.
Leandro Despouy
Nació el 4 de abril de 1947 en la provincia de San Luis y se destacó como jurista y diplomático. Su formación abarca las Ciencias Políticas, Económicas y Sociales.
Se especializó en Derecho Internacional Público en las áreas de Derechos Humanos y Derecho Humanitario. Cuenta con vasta experiencia en materia de control público gubernamental, reforma del Estado, fortalecimiento institucional, cooperación y negociación internacional.
Con el retorno a la democracia, entre 1984 y 1989, cumplió funciones en la Cancillería, donde fue designado Director General de Derechos Humanos con rango de Embajador Extraordinario y Plenipotenciario.
En 1987, presidió la Primera Conferencia Internacional de Estados Parte en la Convención contra la Tortura y Otros Tratos Crueles, Inhumanos o Degradantes y la Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y Protección a las Minorías, durante el 39° período de sesiones.
Ocupó cargos y roles de preponderancia, además de Argentina y organismos internacionales, en Ecuador, Colombia, Brasil, Italia, Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, Congo, Federación Rusa, Guatemala, Costa Rica, y Honduras. Además, tuvo una profusa y extensa producción académica.