Recientemente un laboratorio de Chile logró eliminar 100% del arsénico de aguas con una alta concentración de este compuesto tóxico, utilizando bacterias que lo remueven y que adicionalmente generan un producto de valor comercial llamado calcita.
La investigación tuvo lugar sobre aguas del río Loa, al norte de Chile y presenta una concentración de entre 800 y 1,200 μg/L (microgramos por litro) de arsénico. Esto es, casi cien veces más que los 10 μg/L recomendados por la OMS para el consumo humano.
Para eliminar de arsénico, los expertos del Departamento de Microbiología de la Universidad de Concepción aislaron bacterias de la cepa Pseudomonas sp., una especie de bacteria calcificante capaz no solo de resistir el arsénico, sino también de transformarlo a través de un proceso de oxidación, según explicaron los científicos.
Luego, crearon un estanque o biorreactor donde las Pseudomonas sp. quedan inmovilizadas en un soporte inerte y por allí hacen transitar el agua contaminada con arsénico.
En palabras de Víctor Campos, autor principal del estudio, lo que ocurre es que al entrar al agua contaminada, las bacterias transforman el llamado arsenito As(III) en arseniato o As(V). Al mismo tiempo, las bacterias cambian la acidez o pH en el reactor, haciendo que un compuesto naturalmente presente en el agua conocido como el carbonato de calcio se transforme en calcita. Este biomineral luego absorbe el arseniato del agua y conforma cristales de calcita.
Como resultado, el agua sale limpia o libre de arsénico y los cristales de calcita pueden comercializarse como pesticida, abono agrícola o materia prima para otras industrias. El reactor funcionaría como un sistema de decantación que no requiere grandes bombas para impulsar el agua.
Arsénico, peligro en el agua:
Según la OMS, al menos 140 millones de personas en 50 países consumen agua con concentraciones de arsénico superiores a lo recomendado, incluyendo a 4 millones de habitantes de Argentina, Bolivia, Chile, El Salvador, México, Nicaragua y Perú.
La exposición prolongada al arsénico a través del consumo de agua y alimentos contaminados puede causar cáncer y lesiones cutáneas. También se ha asociado a problemas de desarrollo, enfermedades cardiovasculares, neurotoxicidad y diabetes. La exposición intrauterina y en la primera infancia se ha vinculado con efectos negativos en el desarrollo cognitivo y un aumento de la mortalidad entre los jóvenes adultos.
Fuente: ecoticias