«Me gusta lo que hago y vengo orgullosa a trabajar todos los días»
Tanto disfruta de su profesión Cintia Silva que agregó «y para mí no es trabajo, es vocación, por eso me encanta y soy feliz». La pasión por ser bombero nació por el gran interés en la profesión de su hermano mayor.
«Siempre me interesó lo que hacía mi hermano pero no había mujeres en el cuartel; me daba un poco de vergüenza porque me gustaba algo que sólo hacían los hombres», introdujo la puntaltense, Agente Civil Cintia Silva. Así, esperó hasta el 2010 cuando el personal femenino pudo inscribirse y formar parte del plantel de Bomberos a la par de los varones.
Ese año, regresó de la provincia de Tucumán donde se había ido a vivir, para cumplir el sueño de combatir el fuego. «Hice un curso anual con prácticas y clases teóricas, y al momento de rendir, lo hice bien», esbozó una sonrisa. Hace 8 años que Cintia Silva trabaja en la Asociación de Bomberos Voluntarios de Punta Alta.
Hace dos años tuvo la posibilidad de ingresar a la Armada Argentina como bombero profesional, y fue seleccionada para ser Agente Civil y desempeñarse en la División Bomberos del Departamento Servicio Máquinas de la Base Naval Puerto Belgrano.
Dentro del ámbito naval, el personal civil bomberos instruye en forma permanente al personal militar que se encuentra en el destino y que siempre se renueva por sus pases –propios de su condición de marinos–. «Nosotros nos quedamos en el destino y somos quienes explicamos cómo funciona todo. Nos llevamos muy bien, somos muy compañeros, y compartimos todo, desde prácticas de simulacro hasta charlas especiales en momentos de guardias», contó Cintia.
Dentro de Puerto Belgrano, además de adiestrar en siniestros estructurales en viviendas se suman otros escenarios como el de los buques. Otra particularidad es que los bomberos civiles se capacitan en Control Averías además de Lucha contra Incendios. Tanto los bomberos civiles como los militares de la División, realizan otros cursos para su formación permanente: pre-hospitalarios básicos, propuestos para una primera atención sanitaria; de materiales peligrosos, explosivos e inflamables; de rescate varios, en aeronaves por ejemplo; y de asistencia a la víctima.
Cintia explicó que, en general, siempre existe unión y camaradería entre todos los profesionales y los cuarteles de todo el país, del ámbito civil y militar. Ella es parte de la Federación Centro Sur de Bomberos Voluntarios de la región.
Además, confesó que no siente miedo al dominar y controlar el fuego, al contrario, aseguró que siente una gran satisfacción. «Me gusta lo que hago y vengo orgullosa a trabajar todos los días, para mí no es trabajo, es vocación, por eso me encanta y soy feliz».
Aún recuerda su mi primer incendio, que guarda entre sus mejores anécdotas: «Tuve la posibilidad de ir con mi hermano, fue en una vivienda; recuerdo que él me miraba y me cuidaba todo el tiempo… después fui juntando experiencia y acostumbrándome».
Nacida en Punta Alta, Cintia asistió a la Escuela N° 4 en la primaria y a la Media N° 1 en la secundaria. Hoy vive con sus hijos Iván de 12 años y Bruno de 5 años, quienes están orgullosos de su mamá. «Ser mamá y bombero es todo un desafío y le agradezco mucho a mi mamá que me ayuda a cuidar de ellos», concluyó.
Fuente: María Silvina Rosas – Gaceta Marinera – maradentro_2004@hotmail.com