Artistas de todas partes de la Argentina y países vecinos, le pondrán color y mensajes a los barrios de la ciudad cordobesa de Alta Gracia durante los cinco días que durará el encuentro denominado Gabriel Dubois.
Del 10 al 15 de octubre de 2018
Muralistas, escultores, músicos y artesanos se entremezclarán para compartir con el público.
De negros y esclavos
En el Valle de Paravachasca a 36 kilómetros de la ciudad de Córdoba, se levanta una ciudad que atesora una magnífica obra arquitectónica, la Estancia Jesuítica, compuesta por El Obraje, La Iglesia, la Residencia y la ranchería donde vivían unos trescientos esclavos negros traídos de África. Esta última edificación no se conserva, probablemente porque el material de su construcción no aguantó el paso del tiempo.
Fue Juan Nieto el iniciador de estas obras allá por el año 1588 y la llamó Potrero de San Ignacio de Manresa y rebautizada unos años después con el nombre de Alta Gracia en honor a la virgen del mismo nombre de un santuario en Extremadura, España.
En el año 1767 la orden de los Jesuitas es expulsada de América y la estancia que recibieran en donación finalmente queda para la ciudad. En el año 2000 este espacio urbanístico es declarado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad y quizás este enorme reconocimiento haya motivado a sus orgullosos habitantes, para recuperar el pasado de esplendor que gozaba allá por la mitad del siglo pasado.
Hoy la ciudad vuelve a lucir como entonces, toda la gama de excelencia para el turismo, la oferta de alojamiento es moderna y tipológicamente variada y si hablamos de gastronomía la calidad supera holgadamente cualquier estándar conocido.
A la calle con el colorido del arte
A poco de andar por sus calles se va notando que la ciudad es un pueblo, sus costumbres pueblerinas no se pierden, gente que se para y hablan, se saludan de una punta a otra de las veredas, el chiste mordaz al que son tan afectos y conocidos los cordobeses y esa urgencia por andar que aquí no ha llegado todavía.
A pocas cuadras del centro, más precisamente en el Barrio Sur, donde siempre vivieron los antiguos moradores, los que llevaban las maletas de los turistas que llegaban desde Buenos Aires y Rosario en el tren, y de ellas, que limpiaban o cocinaban en los hoteles, los mineros y los obreros de la IKA.
En este barrio comenzó hace un año la inédita experiencia de los murales. Viejas casonas cobraron vida con sus pinturas escapadas del paisaje urbano, son muchas, y uno se acostumbra a verlas por todas partes y entonces la reflexión es inevitable, es la cultura que gana las calles y están a la vista para deleite de todos, no se paga entrada, es puro goce a cielo abierto solo precisa tiempo para recorrer, mirar y disfrutar.
Se suman los escultores
En el Tajamar, la represa que construyeron los Jesuitas y que marca el centro geográfico de esta ciudad, entre el espejo de agua y las calles que lo circundan, hay un gran parque con plantas, mucho verde, y ahí están los escultores que escaparon de sus talleres o reductos de silencio y por primera vez se instalaron a cielo abierto, rodeados de chicos y grandes que descubren con asombro como se transforma una piedra, o la madera de un tronco que ahora es una figura que transmite y exhuma arte.
Un poco más allá la atención la acaparan los escultores en chatarra. Entre el ruido de las amoladoras y el chisperío de la soldadura, van formando la imagen que guardan quizás hace mucho tiempo y que ahora decidieron que es el momento de mostrar. Grupos sentados en el pasto con el tradicional termo y mate comentan, otros se acercan con timidez al artista y preguntan, interrogan, quedan maravillados.
Lo que se viene para este año
El grupo MALON es un colectivo de docentes, artistas, profesionales y vecinos de Alta gracia que se puso al hombro la tarea de organizar el segundo encuentro de muralistas y escultores apostando al crecimiento, no solo en cantidad de participantes sino también de otras formas de expresión cultural. Se suman ahora al encuentro, los artesanos, que trabajan en materiales tradicionales y los músicos.
Entre el 10 y 15 de octubre de 2018 el arte va a ganar las calles marchando con el colorido típico de los pueblos originarios, recorriendo varias cuadras del centro para concluir en el Tajamar.
La marcha de los bombos es un espacio de identidad cultural surgido a instancias del Indio Froilán y otros amigos allá en Santiago del Estero, que harán lo propio con la percusión y en varias “estaciones”, antes de concluir en el predio, derramarán canciones y bailes junto a los musiqueros y bailarines de Alta Gracia.
De talleres y costumbres ancestrales
El Indio Froilán Gonzalez es un habitante de sangre bien santiagueña, sus rasgos norteños de manso y sabio es la huella que deja en el aire cuando habla y sonríe con franqueza. De profesión, hacedor de bombos, reconocido en nuestro país y en muchos lugares del mundo por innumerables artistas que confiaron en él para la confección de ese instrumento que los viene haciendo desde que tenía 10 años bajo la mirada de su maestro: Su padre, del que heredó su técnica y al que le agregó su talentosa magia.
Junto a otros maestros artesanos como María del Carmen Toribio que enseñará las técnicas del punto yica, una urdimbre tradicional del pueblo wichi, el Indio Froilán desplegará, a la vista del público, como se confecciona un bombo legüero con madera de ceibo, porque dice que su porosidad mantiene el eco del sonido y la convierte en única por su acústica propia.
De Belén, Catamarca, las tejedoras Elinda del Valle Figueroa y Tamara Bordón darán un taller y demostración de “lista o guarda atada” en un telar criollo que ellas montarán en el predio.
De Concordia, Entre Ríos, Alejandra Franco modelará animalitos en arcilla y contará cuentos a su auditorio de pequeños. Desde El Cercado, provincia de Tucumán, la maestra Margarita Ariza dará un taller de “randa” (encaje).
Videos y películas de nuestra tierra
Hace 52 años, dos reconocidos cineastas, Gleyzer y Prelorán terminaban de filmar un documental sobre la historia de Elinda y su familia “OCURRIDO EN HUALFÍN”. Un año antes, en 1965, Raimundo Gleyzer hacía “CERAMIQUEROS DE TRASLASIERRA”, también es una historia de artesanos que trabajan en cerámica, la familia López, de Mina Clavero, Córdoba, de Alcira y de Atilio y su descendencia. Y para el cierre visual, Los Wichis…”LOS DUEÑOS DEL TIEMPO”. Las proyecciones están destinadas a los artesanos asistentes y público en general.
Para mayor información: malonaltagracia@gmail.com
Fuente: Federico Westergaard – Prensa Turismo&Gestión – prensa@turismoygestion.com