Quien ha recorrido alguna vez los montes de nuestra región, seguramente tuvo la posibilidad toparse o por lo menos escuchar a esta hermosa ave.
Su comportamiento no permite avistarla con facilidad pero su canto inconfundible permite identificarla a la distancia. De hecho su nombre común hace referencia al sonido de su canto, una áspera y larga nota «errrrrrh .. errrh ..», comparable al de una bisagra oxidada o una rama seca quebrándose.
Esta especie es considerada localmente bastante común en su hábitat natural: las formaciones arbóreas o arbustivas semiáridas a áridas, especialmente de baja altitud.
El macho posee un notorio copete, iris anaranjado rojizo, amplia frente y ventral rufos, la corona, nuca y dorso son grises parduscos con tenues estrías ocráceas. Su cola es parda con ápice blanco en remeras externas. Alas pardas con bandas blancas en las cubiertas. La hembra tiene la dorsal grisácea con estrías pardas oscuras; la ventral es canela clara con estrías pardas oscuras, mostrando de esta manera un marcado dimorfismo sexual.
Su dieta consiste principalmente de frutos, hojas y flores, también de semillas y de algunos insectos, como coleópteros e himenópteros.
La nidificación ocurre entre los meses de septiembre y febrero. El nido es una estructura semiesférica de palitos con y sin espinas. Internamente con nervaduras, a veces tallos de enredaderas. Es sostenido en ramas de arbustos, árboles, enredaderas.
Pone tres, raramente cuatro huevos, ovoidales, ocres intenso o verdes con pintas y manchitas pardas oscuras y grises más concentradas en el polo mayor. A veces huevos sin manchas. Los pichones tardan 14 días en abandonar el nido. La incubación está a cargo de la hembra.
Ficha técnica:
Nombre científico: Phytotoma rutila
Tamaño: 18 a 19,5 cm
Características: Mayormente solitario. Marcado dimorfismo sexual. Canto característico, similar al sonido de una rama quebrándose.
Estado de conservación: Categorizado como Preocupación menor por la UICN.