Una emotiva edición del Vía Crucis se vivió en la noche del viernes Santo, que se llevó a cabo por las principales arterias de la ciudad de Punta Alta, presenciado por una multitud de fieles.
La ceremonia religiosa estuvo presidida por el Obispo Pedro Laxague, acompañado por los sacerdotes Tomás Yon y Walter Paris.
La excelente organización de las comunidades de San Pablo y María Auxiliadora permitieron a los fieles palpitar de cerca cada una de las estaciones acompañando con velas hasta la crucifixión de Jesús que se realizó en el parque San Martín.
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“Esto demuestra que Cristo está vivo” “La idea fue transmitir con la mayor realidad posibles lo que fue, uno se mete en el personaje y se pone en las manos de Dios y sale solo. Es mi primera vez que personifico a Jesús pero te demuestra que si te pones en las manos de Cristo, sale. Estoy muy feliz porque vi mucha gente y demuestra que Cristo está vivo”, dijo Marcelo Ruedas quien por primera vez personificó a Jesús.
“Es fuerte saber que alguien nos amó tanto”
“Es fuerte ver la pasión del Señor porque es fuerte saber que alguien nos amó tanto y revivirlo en la Eucaristía, en gestos de piedad como estos es muy importante. Frente a ese amor tan grande también tenemos que amar. Esto no es una vez al año, esta fecha nos sirve para reafirmar el sí y para reavivar el amor, pero después es todo el año donde hay que jugársela” dijo el padre Tomás Yon.