Tres millones de argentinos marcharon para “cuidar las dos vidas”
En el marco del debate por la despenalización del aborto, millones de argentinos salieron a la calle en defensa de la vida.
Guadalupe Grimaux participó de la multitudinaria marcha por la vida como médica con su guardapolvo blanco y como embarazada con su panza más que evidente. “¿Para cuándo está esperando?”, le preguntamos. “Para mañana”, respondió con toda tranquilidad. “Ninguna mujer quiere abortar –dijo-. Es algo que va contra la propia naturaleza, contra el propio instinto. Las pobres mujeres que llegan al aborto es por desesperación, por la pobreza, la falta de recursos, la soledad, la presión de la pareja. Si eliminamos al hijo, no solucionamos esos problemas”. Este fue uno de los tantos testimonios que se escucharon.
La médica a punto de parir considera una gran falacia presentar una opción entre la vida del hijo y la vida de la madre. “Podemos salvar ambas vidas, tenemos el deber como sociedad de velar por ambas vidas”.
Otros testimonios
Nora Gallo, de 48 años, trabaja como empleada doméstica en casas de familia. Es de la villa 15, en Ciudad Oculta. Lleva un cartel hecho a mano que dice: “Villeros en defensa de la vida”. La acompaña Dionisia Valenzuela, vecina suya, apodada Toti, de 75.
“Es lógico que los pobres defendamos la vida: es lo único que tenemos. Amamos la vida”, dice Nora. Y aludiendo al argumento de que la legalización del aborto se realizaría para favorecer a las mujeres pobres afirma con contundencia: “Nos están usando”.
“Gracias a la mujer que no abortó a mi hijo”, dice un cartel con la foto de un adolescente, llevado por una mujer de 51 años. No resulta fácil interpretarlo. ¿Qué querrá decir? Se refiere a la mujer que no abortó a Fabricio, hoy de quince años, el hijo que ella adoptó legalmente junto con su marido. ¿No podían tener hijos? No, por bastante tiempo, pero después de once años de adoptar “logré tener mi propio hijo”, comenta. Eso no empalidece sino que refuerza su mirada llena de cariño para Fabricio, el hijo que adoptó y que se ve en la foto. “Él fue el que me hizo mamá”
Una multitud se agolpó frente al Congreso
En la ciudad de Buenos Aires, la marcha se dirigió desde Plaza de Mayo hasta el Congreso y contó con la participación de 300 mil manifestantes, según expresaron los organizadores.
Cuando los manifestantes llegaron al Congreso, se montó un escenario y se leyó un petitorio dirigido a los legisladores, solicitándoles la defensa de la vida «desde la concepción» y que no haya ninguna ley de aborto. «Sin concesiones», advirtieron. Además, se pidió la derogación del protocolo que en nueve provincias permite practicar abortos en casos excepcionales, como en el contexto de una violación.
«Marchamos porque consideramos que es inadmisible que en democracia se esté debatiendo la posibilidad de eliminar seres humanos a voluntad», anunciaron en el petitorio. «Marchamos porque queremos velar por las dos vidas ya que, aunque se realice a pedido de la madre o sin él, el aborto provoca en la mujer y su entorno un daño irreparable, convirtiéndose en un atentado al bien común de la sociedad», prosiguieron.
Un grupo de médicos también leyó su manifiesto sobre el escenario de la Marcha por la Vida: «Como profesionales del arte de la medicina estamos en contra de todo método abortivo ya que sólo nos manchamos con sangre intentando salvar vidas», anunciaron. «Los médicos argentinos queremos que en nuestra patria no exista jamás discriminación alguna de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural», concluyó el manifiesto.
Con pañuelos celestes y banderas argentinas, los ciudadanos expresaron su posición en defensa de la vida en una convocatoria aconfesional y apartidaria, que estuvo a cargo de la organización Marcha por la Vida, que nuclea a todas las agrupaciones provida del país. Para esta ocasión, además de una muy activa difusión a través de las redes sociales, se hizo una campaña en la vía pública para promover la marcha, se repartieron volantes y se exhibieron carteles.
Monseñor Pedro Laxague, obispo de Zárate-Campana, acudió al encuentro junto con representantes de otros credos y manifestó: «Como representantes de distintos credos en favor de las dos vidas reconocemos la vida humana como un don de Dios, como un milagro que comienza en la concepción». Exhortó a los integrantes del Congreso a «que no legislen en contra de la vida, conforme al juramento que hicieron de respetar la Constitución Nacional. Defiendan los derechos humanos y no se los nieguen a los más pobres y vulnerables».
La convocatoria también fue promocionada a través de un video grabado por algunos famosos, como la modelo Amalia Granata, Santiago «el tano» Pasman, la actriz Susana Romero y los periodistas Gastón Recondo, Tito Garabal y Mariano Obarrio, entre otros. Ellos estuvieron presentes en el Congreso, y leyeron un manifiesto que los identifica: «Dicen que no hay vida, quieren deshumanizar el bebé y cosificarlo», comenzó leyendo Amalia Granata. «Ninguna vida vale más que otra -continuó-. A las 14 semanas su corazón ya latió trece millones ochocientas mil veces. El derecho a la vida prevalece sobre el derecho a la mujer o al hombre. Para salvar la vida de la madre no hace falta eliminar la otra vida. El aborto es una tragedia y no se soluciona con más tragedia.
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