Declaración por la Vida y la Familia
En la 44ª Asamblea General de la OEA
Un fuerte debate se generó en la 44ª Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), que se realiza en Asunción, a partir del cruce entre asociaciones civiles. Cerca de 60 grupos denominados «provida y profamilia» motivaron la apertura de una mesa de propuestas en torno a estos derechos. Hubo un fuerte debate en torno a la aprobación o rechazo de convenciones sobre derechos sexuales y reproductivos y sobre la discriminación que implica la legalización del aborto.
Entre las diversas actividades la Asamblea General, se escucharon las propuestas de la sociedad civil, representadas por el sector privado, los sindicatos y las organizaciones sociales. En el caso de estas últimas, se dispusieron espacios para trabajar las propuestas sobre desarrollo e inclusión social, derechos sexuales y reproductivos, orientación sexual, población afroamericana, trabajadores, mujeres, democracia y por presión de los grupos presentes, se abrió una mesa «provida y familia».
Esta última mesa fue incorporada en esta asamblea junto a otras, debido a la creciente representatividad del sector en los últimos años. Es que en Paraguay se hicieron presentes cerca de 60 organizaciones civiles de todo el continente sobre temas provida y profamilia.
La conformación de este espacio fue la primera causa que despertó el malestar de las organizaciones de derechos sexuales y reproductivos, que no tardaron en manifestar su disconformidad.
Los sectores abortistas y LGTB (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales) intentaron trabar el debate en la reunión de la mesa provida y familia al exigir al embajador Alfonso Quiñónez, secretario de relaciones externas de la OEA, que anule el espacio. Al no encontrar respuesta, aceptaron la conformación de la mesa pero sumaron sus representantes para impedir el diálogo.
Según Leandro Flocco, de Frente Joven -una de las organizaciones presentes de la Argentina- los intentos llegaron al colmo los abortistas redactaron un manifiesto a espaldas de la mesa provida y lo presentaron a través de la secretaría. «Querían anular el que presentamos nosotros. De no ser porque estuvimos pendientes del proceso, casi engañan a los embajadores de la OEA”, advirtió.
Una de las voces más aguerridas fue la de Amparo Medina, una ex guerrillera que antes promovía el aborto a través de las Naciones Unidas y que hace tiempo reconvino su postura. Este año llegó a Asunción y ayer por la noche denunció en el programa AAM la presión de organismos y empresas multinacionales sobre los representantes de los Estados miembros, haciendo depender el financiamiento de la aceptación de estas convenciones. Por más que sorprenda el argumento, ella misma afirma haber participado de negociaciones de ese tipo como funcionaria de la ONU.
La postura de este creciente arco de organizaciones plantea que el eje del desarrollo con inclusión son las políticas públicas que fortalecen la familia y dan apoyo a mujeres y niños en situación de vulnerabilidad social como solución contra la mortalidad materna e infantil.
Sus representantes, nuevos en el ámbito de las convenciones internacionales, esperan a los resultados del documento conclusivo de Asunción. “Si aparecen las propuestas del documento falso de los LGTB, van a demostrar que estos encuentros no son transparentes. Pero si aparecen, vamos a seguir trabajando con más fuerza, porque es una garantía de que estos espacios respetan la representación de la sociedad civil”, afirman. En los días que siguen, todo anuncia un intenso cruce entre las organizaciones a favor y en contra del documento preliminar.
Derecho a la vida, con apoyo en la calle
Por otra parte, una multitud marchó la noche del lunes por el centro de Asunción. Según unos y otros, entre 12.000 y 30.000 ciudadanos se manifestaron “por el derecho de todos a vivir” y denunciaron que las convenciones encubrían la legalización del aborto y la ideología de género. Sostuvieron que con esos términos se refieren al matrimonio entre personas del mismo sexo -que en Paraguay es fuertemente rechazado por la sociedad- así como restricciones al derecho a libertad de educación y de conciencia.
Por su parte, un grupo de 50 personas LGTB del Paraguay quisieron manifestar cerca de la multitud pro vida pero no alcanzaron a hacerlo por un confuso altercado con la policía donde periodistas y activistas denunciaron ser reprimidos con violencia.