Entre los casi 2.050 vecinos de Cabildo se dan muchísimas historias de vida, cada una con caracteres distintivos que la hace única; algunas tristes, otras alegres; las hay esperanzadoras; o bien de lucha y superación, como la que protagoniza Karina Fassi, reconocida como la Mujer del Año en 2014.
El próximo 21 de julio será la única representante argentina en una competición que reunirá a más de 2400 atletas en Estambul, para unir Europa y Asia mediante el cruce continental del Estrecho del Bósforo.
Sobrellevando un problema de motricidad por espina bífida que casi no le permitía caminar, estudió y se graduó de Contadora Pública en la Universidad Nacional del Sur. En esa época obtuvo becas para dar conferencias sobre Marketing, Comercio internacional, Desarrollo Sustentable y Responsabilidad Social en universidades de Ecuador, Perú y Chile.
“Fue muy fuerte para mí, que tenía mucho miedo al cruzar la avenida Alem a la UNS, por mi problema al caminar. De pronto verme cruzando fronteras para dar conferencias en otros países…”, comentó.
La nadadora
Desde hace un par de años ha incursionado en el deporte como nadadora de aguas abiertas y lo hace a la par de los nadadores convencionales. Pese a que por su problema solo utiliza los brazos, alcanza una velocidad de 2 kilómetros por hora.
Participó en campeonatos nacionales de pileta, desde el 2012; en el Sudamericano de Chile 2013; y el año pasado –invitada por la Federación Intenacional de Natación– concurrió al Campeonato Mundial en Italia, con la prueba “Capri-Nápoli”.
El pasado 30 de mayo participó en México del 10° Cruce Cancún–Isla Mujeres, junto a más de mil nadadores de 13 países, realizando el trayecto de 10 kilómetros en 4 horas y 16 minutos.
“Quedé feliz porque mejoré mi velocidad, pese al oleaje y a la corriente marina, pero principalmente por las piernas que se hundieron un poco menos”, dijo.
Agregó que el viaje fue posible gracias a que Natalia Bonotti, amiga de la infancia, le compró el pasaje, y luego las instituciones del pueblo le ayudaron a pagar las cuotas. También colaboraron ex compañeros de la UNS y el Uno Bahía Club. Además tuvo apoyo en Cancún.
“Un guardavidas ofreció su casa para alojarme y no pagar hotel. Me reencontré con Jorge Villegas, entrenador de la selección de México, a quien conocí en el Mundial de Italia, oportunidad en que se ofreció ir en el bote de apoyo, junto a mi mamá, pero esta vez me acompañó nadando”, apuntó.
Inició natación como parte de la rehabilitación a la intervención quirúrgica en la columna en septiembre del 2008, a los 34 años, en el Instituto Fleni, para solucionar su problema en la columna.
“Comencé esto como una rehabilitación y ahora entreno toda la semana. Más allá que es mi remedio diario, pasó a ser una motivación para levantarme todos los días con una sonrisa, porque estoy soñando con lo que viene”, sostuvo.
Su libro
Desea que sus desafíos sean un mensaje motivador para quienes sufren su problema. “Cuando me encuentro en la calle con chicos en silla de ruedas les insto a no dejarse estar, a seguir luchando, que no dejen la rehabilitación, que concurran al Fleni y sigan las indicaciones de los médicos. Todo pasa por la voluntad de querer hacerlo”, mencionó.
Parte de su rica experiencia la volcó en un libro y uno de sus ejemplares lo entregó en mano al Papa Francisco, quien la recibió en audiencia privada, cuando viajó al Mundial de Italia.
“El libro, que está titulado El poder de querer y, como subtítulo, Cuando la realidad ha superado los sueños, lo pude concretar gracias a Ricardo Aure, de «La Nueva.», quien me ayudó a editarlo. En este momento está en la editorial de la UNS, para una tirada mayor”.
Fuente: http://www.laangosturadigital.com.ar/