La profesora de danzas Pamela Lenzú nos envió una carta (ver) que remitiera a la dirección del Teatro Municipal de Bahía Blanca, molesta por la actitud que considera discriminatoria al no autorizar la presentación de su espectáculo. Ahora se suman a ella Jimena Posse, directora del Estudio Zahara y Gisella Avale, profesora de danzas clásicas, coincidentes en señalar el carácter arbitrario para determinar el uso del Teatro.
En el medio hubo otras voces en desacuerdo con los dichos de Lenzú, defendiendo el proceder del director del ente público. No conocemos en detalle el caso que les ocupa a estas profesoras de danzas, pero lo que es indiscutible es el criterio selectivo con que se otorga el uso del Teatro Municipal. No hemos sabido jamás de ninguna consulta a quienes con sus impuestos sostienen la Casa y pagan los sueldos de sus funcionarios. También el hecho de presentar determinados espectáculos y no otros puede ser considerado discriminatorio por parte de quienes gustan de otros tipos de músicas, obras teatrales, danzas, etc., igualmente contribuyentes.
A continuación se reproduce la última nota recibida:
“Estamos completamente de acuerdo cuando uno se presenta a un concurso aceptar las reglas del juego, se supone que la presentación de proyectos es totalmente transparente y no una «dedocracia».
No te gustaría que tu hijo tuviera acceso al Teatro Municipal, como edificio público, si se dedicara a una actividad artística? Pareciera que un edificio público está manejado arbitrariamente, y se lo administra como un teatro privado.
El edificio público es un espacio donde cualquier persona tiene derecho a circular libremente. Expresa el diálogo entre la Administración pública como propietaria y la ciudadanía que ejerce un uso real del mismo.
El lugar público es espacio de historia, de identificación con el pasado, presente y futuro de toda ciudad. A partir de dicha identidad, el espacio público se convierte en espacio de relación social, de identificación simbólica cotidiana, de expresión e integración cultural, representando físicamente la idea de lo colectivo en el territorio de la ciudad como hecho del día a día.
Como dijo el director del Teatro Municipal en una entrevista realizada el día 31/10 por LU2 radio local, se tuvo en consideración las escuelas de danza con mayor trayectoria. Si bien el jurado de Buenos Aires no conoce la trayectoria de las mismas, el jurado de Bahia Blanca si la conoce. Nos sentimos ofendidas ya que pareciera que los 20 años que cumple el Centro Creativo de Danza L’Atelier este año, los 12 años del Estudio de danzas árabes ZAHARA y los 15 años de trabajo de la profesora Gisella Avale, no han aportado absolutamente nada a la cultura Bahiense y a su comunidad.
Nosotras como institución no solo enseñamos la danza como una disciplina y expresión de arte, sino que también formamos personas, somos educadores de niños, enseñamos respeto y tolerancia hacia mí y los otros, valores, responsabilidad, etc. Nosotros no discriminamos, por eso escribimos esta carta, tenemos responsabilidad como referentes en educación artística en Bahía Blanca.
También en otro pasaje de la entrevista explica que los proyectos para solicitar el Teatro Municipal, son para elevar la calidad artística; me pregunto la calidad de las escuelas de danza privada? Ya que somos las únicas que debemos cumplir con estos requisitos, y cabe aclarar que no somos TODAS, algunos bailarines y academias no presentan proyectos para usar el teatro, así como tampoco los grupos de teatro y música. Por lo tanto nos sentimos discriminadas por la gente que dispuso este reglamento. Solo queremos que el acceso al Teatro sea para todos iguales. El teatro es abierto para todas y todos, y nosotras como escuelas de danza llenamos el teatro con los familiares y amigos de las bailarinas. Con esta manera de proceder se está excluyendo la participación de la familia en el teatro, y estas son el soporte cultural de la ciudad.
Es por eso que escribimos esta carta porque como educadoras debemos dar el ejemplo como unas ciudadanas que se preocupan por el nivel artístico y cultural de Bahía Blanca. Por eso elegimos como trabajo la docencia en el marco artístico”.
Pamela Lenzu, Directora del Centro Creativo de Danzas L’Atelier – Jimena Posse, Directora del Estudio de danzas árabes ZAHARA – Gisella Avale, Profesora de Danzas Clásicas.