Kawsay:
Una respuesta a la explotación “silenciada y encubierta” de la trata
En la Argentina, la Red Kawsay, que forma parte de la Conferencia de Religiosas y Religiosos (Confar) trabaja desde hace nueve años para erradicar este flagelo de la sociedad, una tarea que constituye un desafío “doloroso y esperanzador”.
“Vive, vive ahora, ya”, es el significado en quechua de la palabra “Kawsay”, que da nombre a una red de lucha contra la trata de personas, que desde hace nueve años trabaja ininterrumpidamente para erradicar esta esclavitud que afecta a la sociedad.
La red comenzó a formarse hace nueve años, cuando un grupo de religiosas soñó un espacio intercongregacional comprometido en la lucha contra la trata. Animadas por una propuesta surgida en un taller realizado en Perú, comenzaron a reunirse en Buenos Aires, y mientras la red comenzaba a tomar forma en otros países latinoamericanos, surgía también en la Argentina.
Sintiendo profundamente el significado de la palabra “Kawsay”, las religiosas comenzaron a capacitarse, a fijar objetivos, y se fueron sumando más hermanas y hermanos, religiosos y laicos, con el proyecto de extender la red a otras provincias. A mediados de 2014 se realizó el primer encuentro nacional, al tiempo que la red comenzaba a articular con otras organizaciones del país y del continente, tomando contacto también con la red madre: Talitha Kum, que tiene presencia en 70 países de los cinco continentes.
Se trata de un desafío “doloroso y esperanzador”, admiten: doloroso, porque implica tomar contacto con el dolor de tantas personas víctimas de este delito, también con el desinterés de tanta gente que debería ocuparse del tema. Y esperanzador, al ver el compromiso de mucha gente que le hace frente a este flagelo que afecta a toda la humanidad, “porque sentimos que si una persona lo sufre, esto nos hiere a todos”. En su tarea, aseguran, “sentimos muy cerca las palabras de Jesús, del texto del Evangelio de Juan que anima el trabajo de la red Kawsay: ‘He venido para que tengan vida, y vida en abundancia’”.
Actualmente, la red Kawsay tiene presencia en las regiones, Buenos Aires, Centro, Litoral, Cuyo y NOA. En la Patagonia, próximamente se conformará un equipo y en el NEA se tiene contacto a través de consagradas y de la Red Infancia Robada.
En su organización, la red cuenta con un equipo de coordinación nacional, encabezado por la hermana Ester Robles MSSpS e integrado por referentes de las regiones activas y un equipo coordinador de la región NOA.
En cada una de las regiones, los equipos están integrados por consagrados de distintas congregaciones, laicas y laicos comprometidos con la construcción de una sociedad sin trata de personas, que trabajan en red y desde la riqueza de los carismas, anuncian la Buena Noticia de Jesucristo, con acciones concretas a favor de la vida, la dignidad, la justicia y la solidaridad.
La misión se realiza a través de la articulación de recursos y acciones para la sensibilización, concientización, capacitación, acompañamiento y asistencia a personas afectadas por la trata, en los diferentes ámbitos de la sociedad.
Entre las acciones que se realizan están las relacionadas con fechas claves a nivel mundial y propias por la erradicación de la trata, que tienen ver con la comunión universal, la vinculación de la red con otras redes que tienen un compromiso similar y la posibilidad de hacer una incidencia más significativa, en la mejora y el cumplimiento de la leyes a favor de las personas afectadas por la trata.
El camino de la Red Kawsay es un camino de logros y desafíos, confiando en que Jesús “allanará todos los caminos que conducen al respeto de la dignidad humana, a la reparación del daño causado, al rescate de las personas afectadas por la trata de personas y a una sociedad que cuide y defienda a sus miembros, con todo su corazón, con toda su alma y con toda su fuerza”.