La Universidad Nacional del Sur se ubicó entre las mejores 2.000 instituciones de educación superior, de acuerdo a un nuevo estudio mundial de universidades que es elaborado por el Center for World University Rankings.
La evaluación de la organización de consultoría situada en los Emiratos Árabes Unidos se realizó sobre una muestra de 20.531 universidades y utilizó como parámetros de medición siete aspectos con diferentes porcentajes.
Otras ocho casas de Altos Estudios del país ingresaron en el ranking además de la UNS: la UBA (con la mejor ubicación, en el puesto 382), y las universidades nacionales de La Plata (683), Córdoba (989), Rosario (1459), el Litoral (1622), Cuyo (1681) y Mar del Plata (1704).
Para el Center for World University Rankings, la calidad de la educación representa el 25 por ciento de la valoración y el empleo de los ex alumnos -donde se analiza qué cantidad de egresados se posicionaron como CEO de las principales empresas del mundo- otro 25 por ciento.
A su vez, la calidad de la facultad, -medida por el número de académicos-, los resultados de la investigación -número total de trabajos-, las publicaciones de calidad -trabajos de investigación que aparecen en revistas de primer nivel (Papers)-, la influencia -trabajos de investigación que aparecen en diarios influyentes- y las citas -número de trabajos de investigación altamente citados- se ponderan con un 10 por ciento cada uno.
Bajo estas premisas, la Universidad del Sur obtuvo el octavo puesto del ranking: Alcanzó el lugar 1.869 a nivel mundial, por lo que pertenece al 9.2 por ciento de las mejores instituciones del mundo.
La vice rectora de la casa de estudios bahiense, Andrea Castellano, opinó que «estar bien rankeados en estos indicadores internacionales es importante, de alguna manera resume lo que es la universidad» si bien aclaró que «no hay que perder de vista que estos rankings son formas de medir muy parciales» ya que recogen «algunas de las actividades» que se realizan en la universidad.
«Los rankings ayudan a construir una imagen, pero siempre hay que tomarlos en términos relativos porque la universidad es una organización compleja; hay muchas cosas buenas que hacemos y que a veces no se contemplan en estas mediciones, ya que son indicadores que simplifican las situaciones y transmiten a través de un número todas las actividades, muchas socialmente valiosas, que no se transmiten en estos rankings», destacó Castellano.
Actualmente, la Universidad del Sur cuenta con 29.000 estudiantes de grado, 65 carreras de grado y 60 de posgrado.
Perspectivas
El doctor en Educación, profesor e investigador en la Universidad Torcuato Di Tella, Marcelo Rabossi, explicó que “las universidades cumplen diversas funciones: educación, investigación y acercamiento a la comunidad a través de los programas de extensión. Cualquier ranking que se precie debería tomar en cuenta los tres objetivos, pero es complejo poder captarlos con precisión. La más relativamente simple de evaluar es la investigación, ya lo podés resolver contando la cantidad de papers publicados en revistas de prestigio y sus citas”.
En consecuencia, advirtió Rabossi, “podría cuestionarse esta mirada, ya que las revistas que miran los rankings son casi exclusivamente anglosajonas y este aspecto aleja a las universidades de América Latina de los primeros lugares”.
En cuanto a los otros parámetros del ranking, el especialista señaló que la “calidad educativa” es medida a partir de cuántos exalumnos han recibido premios o medallas de honor de fundaciones o instituciones distinguidas a nivel mundial, mientras que la “empleabilidad” se evalúa contando “la cantidad de exalumnos de esa universidad que han llegado a ser CEO, o escalado a un puesto de alta jerarquía en empresas de élite, puntualmente, las 200 primeras empresas a nivel mundial en cuanto a prestigio, impacto y volumen de ventas según Forbes Global”.
“Bajo ese parámetro de altísima selectividad y sin indicadores de percepción, las universidades argentinas caen abruptamente en su ubicación en el ranking, o tienden a desaparecer, como les ocurre a las privadas”, continuó Rabossi, al timepo que se preguntó: «¿Esto quiere decir que las universidades argentinas no son lo suficientemente buenas?». Su respuesta es contundente: “De ninguna manera. Hay muy buenas universidades en el país y de lo mejor de la región en muchos casos. Pero para los estándares de esta especie de champions league de universidades, aún nos falta recorrer mucho. Las instituciones de élite invierten mucho dinero en investigación y desarrollo: allí está la clave”.