Así lo informó Tulio Calderón, Gerente del área de Proyectos Aeroespaciales y de Gobierno de INVAP, en diálogo con Radio La Plata (FM 90.9): “La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) tiene un muy interesante plan para que la Argentina no sólo pueda diseñar misiones instrumentos y satélites, si no también lanzarlo desde el país”; en este sentido, agregó que: “Se va a construir en Bahía Blanca una base para lanzar satélites hacia el Sur de la tierra que empezarían a subir sobre el Mar Argentino”
De esta manera, uno de los máximos representantes de INVAP lo clasificó como un “hecho histórico para la producción nacional”.
En relación a esto, hizo referencia sobre el Satélite SAC – D, actualmente en el espacio, que fue producido en Argentina y lanzado en una misión conjunta con la NASA: “El proyecto es una misión Argentina-Americana con colaboración de Italia, Francia y Brasil: SAC-D-AQUARIUS es un satélite de evaluación de la Tierra que es financiado por Argentina y Estados Unidos; en Argentina lo lleva adelante la Comisión Nacional de Actividades Espaciales, y trabaja en colaboración con muchas agencias del mundo como la NASA de EEUU”.
“Son satélites que tienen alturas ‘bajas’ y sus censores toman información del ambiente: superficies, mares, aires, para bajarla y que les sirva a los científicos. También regula las corrientes oceánicas y la temperatura en todo el mundo, por lo que permite medir las variaciones y el cambio climático”, aseveró Calderón.
A su vez, respecto al funcionamiento de este satélite argentino en el espacio, comentó: “La velocidad del satélite es impresionante cuando uno lo piensa, el SAC –D-AQUARIUS viaja a 7 kilómetros por segundo, 25.000 por hora y da 14 vueltas por día a la Tierra”. Asimismo, añadió que “estas misiones se diseñan para una vida útil que normalmente es del orden de 4 o 5 años, uno hace lo imposible para que nada se rompa, y por suerte no es inusual que las misiones duren mucho más. Todos estos satélites que vuelan bajo, caen de vuelta, al no tener combustible se van frenando y empiezan a bajar. Uno trata de hacerlo controladamente, para que se zambulla en el océano Pacífico preferiblemente, y no perjudique nada”.
Por último, concluyó: “En Argentina entre la CONAE e INVAP deben haber habido más de 300 personas trabajando, más mucha gente de la NASA, Francia Italia y Brasil”.