Quienes disfrutan de las caminatas al aire libre es muy probable que cerca de descampados o terrenos baldíos con pastizales se hayan encontrado con esta ave similar a un búho pequeño y de patas largas, la lechucita de las vizcacheras (Athene cunicularia). Sus hábitos diurnos permiten avistarla en pastizales, áreas agrícolas y cualquier otra área seca libre de vegetación baja.
Son característicos sus ojos amarillos, mientras que el color general de las plumas del cuerpo es castaño oscuro con manchas de blanco, con pecho y vientre blancuzcos atravesados por barras pardas.
Anidan y descansan en huecos o madrigueras en el suelo, como las excavadas por las vizcachas. Cazan desde el atardecer hasta el amanecer aprovechando en las horas de oscuridad su visión nocturna y buena audición. Se alimentan de insectos, reptiles, anfibios e incluso aves y mamíferos pequeños.
La hembra pone de 5 a 9 huevos blancos y redondos. Ella y el macho se turnan para incubarlos y proteger la madriguera. En 3 o 4 semanas, los huevos eclosionan y los polluelos emergen. Los padres les ofrecen presas vivas para enseñarles a cazar y matar. Sus pichones emiten un sonido parecido al siseo de la serpiente yarará cuando se sienten amenazados en su nido subterráneo.
La lechucita de las vizcacheras es un ave emblemática de nuestro pastizal pampeano, cumplen un rol ecológico fundamental en el control de otras especies como los roedores en zonas urbanas donde logran convivir con el hombre brindando ese servicio ambiental irremplazable.
Constituye una de las aves más cosmopolitas del continente americano, desde las planicies del oeste norteamericano hasta Tierra del Fuego, estando ausente sólo en la selva amazónica y las cumbres andinas.
Ficha técnica:
Nombre científico: Athene cunicularia
Tamaño: 23 cm
Características: Lechuza de hábitos diurnos, plumaje moteado, patas largas y cola corta. Tiene hábitos terrestres y anida en madrigueras.
Estado de conservación: La especie se encuentra categorizada por la IUCN como de Bajo Riesgo (Preocupación Menor).