Proyecto de Agregado de Valor en Origen
II – Contexto Internacional favorable para este proceso
Por Mario Bragachini, INTA EEA Manfredi. – De www.mercadosyempresas.com
Todos los cambios propuestos están definidos en el marco de un contexto internacional muy favorable, donde existe una fuerte demanda global de alimentos en cantidad y calidad como ser:
- • Se necesitará 50% más de alimentos en el 2050, con 40% más de población mundial (India, África Subsahariana, China).
- • Aumento de la demanda de proteínas vegetal y animal de calidad en países desarrollados.
- • Limitantes globales para producir por falta de tierra (gases invernadero que limitan los desmontes y el avance del urbanismo sobre las áreas productivas), falta de agua dulce y para riego.
- • Al 2030 se prevé un crecimiento de demanda de 47 M/t de pollo y cerdo, eso significa 65% de maíz y 25% de soja = 26 M/ha. nuevas cultivadas y agua dulce para producir esa biomasa. (Universidad de Illinois).
Argentina debe prepararse para satisfacer los mejores mercados demandantes de alimentos a nivel global, eso requiere del diseño de políticas económicas y diplomáticas que abren mercados y generan trabajo de calidad (Ing. Agr. Fernando Vilella – Departamento de Bioeconomía, Políticas Públicas y Prospectivas del Programa de Agronomía y Alimentos de la FAUBA).
Todo indica que Argentina tiene un potencial productivo de biomasa agroalimentaria, forestal y bioenergética fenomenal (nadie en el mundo posee una hectárea sembrable y fotosintetizable 365 días por habitante como sí lo tiene Argentina, 40 M/habitante sobre 40 M/ha. sembrables).
Argentina y gran parte de Sudamérica representan un gran territorio que debe ser percibido como una gran fuente de fotosíntesis y de transformación de energía solar en alimentos, para lo cual requiere de energía, suelo y aplicación de tecnologías expresadas en conocimientos y gestión empresarial. Este conjunto de factores sinergizados por políticas de desarrollo sustentable nos coloca en posición inmejorable hacia el futuro para producir granos y transformarlos en “proteína animal”, lo cual mediante procesos industriales primarios y secundarios agregan valor y trabajo genuino de calidad y permite el desarrollo territorial y social equilibrado.
En los últimos 50 años (1960-2010), la población global pasó de 3.000 a 7.200 millones de personas, mientras que la producción de alimentos pasó de 640 a 740 Kg./persona/año.
El aumento de producción de alimentos, según Fernando Vilella, se dio en los llamados productos de mayor densidad nutricional, es decir los que proporcionan mayor cantidad de vitaminas, proteínas y minerales por cada calorías que contiene, como ser hortalizas de hoja, frutas, cítricos, carnes, pescados, aceites vegetales, huevo, quesos, etc. En cambio, cayeron los que aportan hidratos de carbono y calorías (legumbres, cereales, hortalizas, féculas, entre otros).
Es decir, que se incrementaron los alimentos asociados a más poder adquisitivo y mejores dietas.
En números, se pasó en los últimos 50 años de consumir 29 a más de 51 Kgs. de carne y huevo per cápita a nivel global (Argentina come más de 120 Kg. de carne/habitante/año).
Este crecimiento se dio en base a cerdo y pollo, carnes que en buena medida se producen con 2 Kg. de maíz y 1 Kg. de soja; no obstante el 40% de la población mundial está afectada por desequilibrios nutricionales.
Proveedores y consumidores de alimentos a nivel global Países excedentes de alimentos: EE.UU, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Ucrania. Países del MERCOSUR (donde se destaca la Argentina produciendo el equivalente a 460 millones de comida siendo que la población es de 40 M/habitantes).
O sea que en un contexto de 7.282 M/habitantes que viven en el mundo, 735 millones se encuentran en los países excedentarios en alimento, es decir que el 10% de la población global es la solución alimentaria del 90% restante. Esto da la idea de la importancia estratégica de estos países y del poder de negociación en conjunto que poseen. Paradójicamente, la gran mayoría de los países desarrollados son deficitarios en alimentos y potenciales clientes del MERCOSUR.
En los países desarrollados baja la compra de ingredientes para cocinar y crecen las comidas compradas fuera del hogar listas para consumir. La proyección al 2040 es que el 65% de las comidas que consuma el mundo estarán elaboradas fuera de la casa.
La pregunta es: ¿Dónde se va a elaborar esa comida? ¿En qué países? Una parte de las exportaciones de carne vacuna de Australia y Nueva Zelanda exportadas a China son platos elaborados con verduras listas para el horno o microondas.
Para competir con estos países se debe aplicar mucha tecnología, y eso requiere de inversiones y clima de negocios adecuados. Nos deberíamos preguntar si nuestros recursos destinados a educación y formación de recursos humanos, en los diferentes niveles formales y no formales, y en lo científico tecnológico tiene como orientación satisfacer las demandas de un país líder en agroindustrias y agroalimentos.
Vilella señala también que es necesario debatir si Argentina exportará lo mismo que hace un siglo (carne enfriada y grano), o a esa materia prima se le aplicarán procesos que agreguen valor y generen trabajo en el país.
La estrategia indica un fuerte compromiso de los hoy llamados municipios sustentables con mirada al 2030.