Silvia Gers compuso una canción para los niños que padecen epidermólisis ampollar, un conjunto de enfermedades o trastornos de la piel transmitidas genéticamente y que afecta a unas 500 mil personas en el mundo y se manifiestan por la aparición de ampollas, úlceras y heridas en la piel.
La piel de los afectados con epidermólisis ampollar se caracteriza por ser frágil, débil, extremadamente sensible y extremadamente vulnerable, tan delicada como el cristal, ya que al menor contacto físico se les desprende la piel, causándoles heridas y/o ampollas que tienen el aspecto de una gran quemadura.