El último fin de semana en las principales ciudades del país se movilizaron miles de personas para defender la educación libre de ideologías de género. Familias y ciudadanos autoconvocados marcharon bajo el lema «Con mis hijos no te metas».
Los principales focos de concentración se dieron en Capital Federal, Córdoba, Rosario y Mendoza, y hubo importantes convocatorias en Paraná, Corrientes, Santa Fe, Tucumán y en distintas localidades de todas las provincias del país. En Bahía Blanca los manifestantes fueron más de cuatro mil, y se trasladaron desde la Plaza Rivadavia hasta el Parque de Mayo, donde hubo disertaciones de distintos profesionales, música y testimonios.

«Queremos aprender biología, no tu ideología», «Sí a la educación sexual para prevenir, no a la ideología para pervertir», eran algunos de los mensajes que se leían en las banderas y carteles que mostraban los manifestantes. Es que, desde que se plantearon las modificaciones a la ley de Educación Sexual Integral (ESI), el movimiento «Con mis hijos no te metas» reclama una educación pública en la que no se impongan unilateralmente ideas contrarias a la biología y que no exponga a niños y adolescentes a nuevos paradigmas provenientes de visiones contrarias a la naturaleza.
«No estamos en contra de la educación sexual en las escuelas, sino que no queremos que a nuestros hijos les enseñen cosas inadecuadas y contrarias a la ciencia y a la naturaleza», remarcaba Julieta, madre de 5 hijos.
«Pedimos que la escuela no se meta en temas que nos corresponden primero que nada a los padres, a las familias. No quiero que a mi hijo le enseñen que puede elegir «ser lo que quiere ser», que no les metan ideas absurdas», indicaba Rodrigo durante la manifestación.
«Las escuelas privadas, confesionales, tienen el derecho de seguir sus idearios, y mediante las modificaciones de la ley esto corre peligro», exigía Lorena.

En las últimas horas, antes de las movilizaciones que se hicieron en todo el país, se escucharon mensajes por parte de funcionarios tendientes a relativizar las posibles modificaciones de la ley; sin embargo, es sabido que existe una agenda que busca aplicarse en latinoamérica y que responde a lineamientos de Naciones Unidas sobre políticas de género. Muchas de estas políticas, reclaman, son contrarias a los valores fundamentales de la vida y de la familia.
En tal sentido, muchos especialistas y profesionales de la educación y de la salud vienen advirtiendo que no es conveniente para la integridad de niños y jóvenes la exposición a determinados conceptos y modos de transmisión de valores que le corresponden en prioridad a las familias. Así mismo, autoridades religiosas también se han sumado al pedido de no privar a las familias del derecho y protagonismo que le corresponden en la educación sexual de los hijos, y de respetar la libertad de las Instituciones Educativas para a llevar adelante sus idearios.