Por Mamela Fiallo, de es.panampost.com
Para la cobertura mediática argentina hay marchas de primera y segunda categoría. Aunque alrededor de Hebe de Bonafini haya una decena de personas, sus declaraciones todas las semanas llegan a todos los medios de comunicación, aunque la noticia sea sólo una catarata de insultos. Otras manifestaciones no cuentan con la misma cobertura, como la que realizaron quienes pretende un proyecto de ley sean los que efectúen abortos: los médicos.
El último domingo en la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, un grupo de doctores se auto convocó para lo que denominaron “el chaquetazo”. Bajo las consignas “salvemos las dos vidas”, “legal o ilegal el aborto mata igual”, los especialistas de la salud le manifestaron al presidente Mauricio Macri que “no cuente con ellos”, ya que ellos juraron salvar vidas, no destruirlas.
En el acto, donde pusieron sus batas blanca en el suelo, formando la sigla MxV (médicos por la vida), el doctor Alejandro Nolazco invitó al resto de los médicos presentes a renovar el juramento hipocrático.
La agrupación Médicos por la Vida insistió que de aprobarse el proyecto en el senado el próximo 8 de agosto, Macri debería vetar la ley. Sin embargo, de sancionarse no habrá rechazo del Poder Ejecutivo.
Aunque en lo personal, el presidente argentino reconoció estar en contra del aborto, finalmente habilitó el debate parlamentario. Según varios analistas políticos, Macri confiaba que el proyecto iba a ser rechazado en la Cámara Baja. Pero luego de una sesión maratónica, y con un par de legisladores que “se dieron vuelta” a último momento, el proyecto se aprobó en diputados con 129 votos a favor y 125 en contra.
En diálogo con una diputada de Cambiemos (que votó por el no, pero pidió reservas respecto a su nombre), la legisladora aseguró que los arrepentidos de último momento fueron operados por el peronismo, con la única finalidad de poner en aprietos al Poder Ejecutivo que esperaba un resultado diferente.
El hecho de que Macri, a pesar de su posición personal haya impulsado el tratamiento legislativo, hace muy difícil imaginar la posibilidad de un veto presidencial.
Más allá de las posiciones por la afirmativa o la negativa respecto de la despenalización del aborto, uno de los puntos más cuestionados es el de la objeción de conciencia. Según el texto que cuenta con media sanción, los objetores deberán ser registrados en una lista oficial (lo que puede generar actos de discriminación y violencia contra estos médicos) y las instituciones, como las obras sociales, estarán obligadas a “prestar el servicio”.
Desde el Senado, uno de los representantes de Médicos por la Vida, el urólogo Fernando Sedic explicó que al menos el 30% de los abortos requieren intervención quirúrgica por las complicaciones que pueden surgir.
Pese a que pone en duda que sean reales las cifras presentadas por las organizaciones que exigen la despenalización del aborto, donde estiman que hay 500.000 abortos por año en Argentina, toma esa cifra para exponer los materiales necesarios para que el sistema de salud pueda lidiar con la cantidad de abortos que habría.
Explica además que la ley exige a los médicos “resolver” la situación en un lapso de 5 días, cuando en el sistema de salud actual tiene demoras de entre 3 y 6 meses para pacientes con cáncer.
Es decir, esta ley pretende dar primacía a una práctica que implica matar a un paciente sano sobre el tratamiento a un paciente que necesita atención para vivir.
Asimismo, detalla que el misoprostol, la pastilla que se utiliza para provocar abortos tempranos, se administra en hospitales, tiene diclofenac y genera reacciones alérgicas.
Por ello, insiste que no se toman los previsiones suficientes para proteger a las mujeres, ya que la pastilla no se administrar a mujeres con problemas de coagulación ni ciertas alergias, tampoco con cesáreas previas.
Hace apenas días, una mujer perdió el útero y un ovario, luego de un aborto que casi le cuesta la vida, puesto que fue en un hospital lleno de objetores de consciencia y la médica que acudió a su llamado, perteneciente a otra institución, no evaluó su cuadro completo.
En resumen, los médicos que juraron salvar vidas no están dispuestos a poner en riesgo a sus pacientes y hacen un llamado a remediar el sistema de salud que padece carencias, antes de desequilibrarlo más.
*Esta nota se elaboró en coautoría con Marcelo Duclos.
Mamela Fiallo
Mamela Fiallo Flor traduce al inglés en el PanAm Post. Es profesora universitaria, traductora, intérprete y cofundadora del Partido Libertario Cubano “José Martí” e integrante del Área de Estudios Políticos de la Fundación LIBRE.
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