El título viene a colación de lo manifestado por la presidente argentina, quien aseguró que las retenciones que se pretendían aplicar a los productores agrícolas a través de la tristemente renombrada “125”, fue producto de números equivocados que le hicieron conocer.
Dicho comentario no merece un análisis serio si no se recuerda que la prepotente defensa que hizo de la aplicación de esa resolución llevó a la Argentina a una confrontación casi bélica y que si no fuera por la votación de Julio Cobos, al que por esta acción despreció, se hubiese puesto en vigencia con consecuencias imprevisibles.
Bueno es entonces reproducir estos comentarios de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) para que se entere ella de la realidad de los pequeños y medianos productores frutícolas y lecheros y llegue a conocimiento de la población de la Argentina.
Apoyo y solidaridad con las economías regionales
Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) se solidariza y apoya el justo reclamo de los productores frutícolas de las provincias de Río Negro y Neuquén afectados por una profunda crisis que golpea el presente y el futuro de una economía regional que emplea a unas 70 mil personas.
Con el capital de trabajo perdido de este año y sin respuestas financieras de ningún tipo por parte del Gobierno nacional los productores del Alto Valle ya tienen comprometido su capital para la temporada próxima. El bajo precio que reciben los productores por el kilo de fruta que ronda entre $0,80 y $1,20 es uno de los grandes problemas que explican esta situación denunciada largamente por CRA. Mientras tanto del otro lado del mostrador el consumidor paga ese mismo kilo de fruta entre $20 y $25.
La situación de los productores frutícolas se repite en prácticamente todas las economías regionales del país con grandes dificultades para poder exportar su producción. Solo en manzanas en el 2014 se exportó un 34% menos que en 2011.
Como propuso CRA en su Programa para Economías Regionales hoy es necesario que Argentina recupere competitividad tanto interna como externa. Hoy los costos superan muchas veces los gastos de cosecha o recolección de la producción, y las exportaciones cayeron notablemente: en este primer trimestre de 2015 las exportaciones de arroz cayeron más de un 50%, la de manzanas cerca de un 50%, la de peras un 30%, té y yerba rondan caídas del 15%, en tanto que los limones más de un 80%.
En este contexto CRA exige respuestas y medidas políticas concretas por parte del Gobierno nacional que reactiven y saquen de la asfixia financiera a los productores frutícolas del Alto Valle.
La baja de precios al tambero profundiza la crisis
La industria láctea decidió reducir en este mes de junio drásticamente el precio de la leche cruda a los tamberos, con bajas que superan el 3% de su valor. Un relevamiento hecho por Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) en algunas de las principales regiones lecheras del país como la Cuenca Oeste (Bs. As.), Villa María, Canals, San Francisco (Córdoba) y Rafaela y Esperanza (Santa Fe), expone que hoy los productores tamberos están en una situación de quebranto económico donde la mayoría de los establecimientos decidieron interrumpir todas las inversiones previstas.
Tal como lo anticipó CRA en febrero de 2015 (admitido por el propio Ministerio de Economía en la Resolución 80/2015 y el informe EMI del INDEC de Abril/2015), como consecuencia de la intervención en el mercado lácteo y los desequilibrios macroeconómicos, más el contexto internacional adverso, la producción de leche continuará estancada por tercer año consecutivo, en niveles similares a los de 1999.
De no mediar un cambio urgente en las políticas la mayoría de los productores lecheros llegarían a la primavera con márgenes negativos y fuertes quebrantos que producirían cortes en la cadena de pago y aún más cierres de tambos, afectando la economía del interior productivo. Para ejemplificar el quebranto económico de los establecimientos tamberos, un estudio realizado por CRA indica que en los sistemas de producción mayormente utilizados (pastoriles con adecuada suplementación) es necesario producir 5.500 litros de leche por hectárea/año para no llegar a una rentabilidad negativa; aunque el promedio en el país es de 5.000 litros por ha./año.
Lo paradójico es que la producción e industrialización de leche en Argentina podría estar en un sendero virtuoso y alcanzar el potencial de producción de mediano plazo de 17 mil millones de litros, según afirma el Gobierno en el Plan Estratégico Agroalimentario (PEA). Sin embargo, los resultados muestran que Argentina se encuentra en un círculo vicioso de estancamiento de la producción, con una importante capacidad ociosa en la industria.
Es necesario un cambio en la política lechera argentina que brinde reglas de juego claras y previsibles. Los problemas que han llevado a esta situación de imprevisibilidad y caída en la inversión en toda la cadena láctea son los que CRA ha denunciado a lo largo de estos últimos años: intervención en la formación de precios fijando precios máximos y manejo discrecional de los permisos de exportación por parte de la Secretaría de Comercio Interior, entre otros.
Adicionalmente la caída de los precios internacionales, la falta de competitividad internacional por precios relativos distorsionados, la falta de actualización de reintegros a la exportación y la caída de la inversión en tecnología, entre otros factores, han llevado a la triste realidad láctea, hoy nuevamente afectada por la baja del precio de litro de leche que se le paga al productor tambero.