Se conocieron los ganadores y las menciones del “Concurso Nacional de Ideas para la refuncionalización y puesta en valor del Muelle de Elevadores” que surge de la firma del convenio entre el Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca y el Distrito X del Colegio de Arquitectos de la Provincia y fueron entregados los premios del mismo.
El jurado compuesto por los arquitectos Aldo Braccini, Nelson Javier Adolfo Hernández, Reynaldo Merlino y Jose Solla, en representación de los participantes, establecieron los aspectos de valoración de las 36 propuestas presentadas: respeto y tratamiento del patrimonio existente, las conexiones de acceso con relación a lo urbano y a las piezas que componen el sitio, la articulación en las intervenciones en tierra y el muelle, la viabilidad de los proyectos presentados y su grado de sustentabilidad temporal, el tratamiento del “nivel 0” en relación con las diversas situaciones paisajísticas, ambientales y programáticas y la reelaboración/valoración del carácter simbólico del sitio.
NdR: Los proyectos presentados responden claramente a la concepción posmoderna de la arquitectura obediente a las necesidades, principios y razonamiento del mercado, alejados de las dimensiones humanistas, espirituales y filosóficas.
Totalmente lejos de mostrar la conexión entre el hombre y su entorno, histórico y actual, es solo una demostración arrogante de los logros técnicos en materia de construcción.
Nada en ello hay de cubrir nuestra necesidad de identidad, de lo que somos como personas, grupo o comunidad, en relación al ámbito cultural al que pertenecemos y en qué clima y paisaje vivimos.
Ofrecen muy poca protección a la hostilidad del clima, sobre todo los vientos, cuyas condiciones son severas en cualquier época del año. Escaso aporte de árboles y no se contemplan lugares para las tradiciones muy propias como sentarse en grupos a tomar mate.
No respetan en absoluto un diseño que acompañe el estilo arquitectónico de lo existente, haciendo una mezcla absurda que hace más que evidente el choque entre aquellas construcciones elegantes, armoniosas, inteligentes, artísticas, bellas en muchos casos y estos faltos de imaginación que nada y a nadie representan y que, con el paso del tiempo, no permitirán reflejar nada de la historia de la comunidad de Ingeniero White.
Los ganadores
1er. premio
Proyecto presentado por los arquitectos Fabián De la Puente, Enrique García Espil, Sebastián Cerri y 7 colaboradores, con domicilio en la ciudad de La Plata.
2do. premio
Los autores son los arquitectos Victoria y Federico Martinolich, con domicilio en la ciudad de Bahía Blanca.
3er. premio
Los autores son los arquitectos Silvia Monguillot y Gabriel Fernández Elías con domicilio en la ciudad de Córdoba.
Menciones en orden de mérito
1era mención
Arquitectos Rodrigo Grassi, Pablo Pschepiurca, María Hojman, Leandro, Crook, Leandro, Karla Montauti y 3 colaboradores, con domicilio en la ciudad de Buenos Aires.
2ª mención
Arquitectos Francisco Fenili, Jorge Perez Gonzalez, Diana Brandeburgo, Andrea Gimenez. Paisajismo: Verónica Fabio. Colaborador: Juan Ignacio Correa, Renders. Exteriores: Emiliano Adrián Martínez, con domicilio en la ciudad de Buenos Aires.
3ª mención
Arquitectos Teresa Chiurazzi, Luis Diaz, Justo Solsona, Luis E. Caporosi. Asesor Estructural: Ing. Jorge Prieto. Colaboradores: Camila Jalil – Martin Barrozo, con domicilio en la ciudad de Buenos Aires.
El objetivo general es recuperar un sitio histórico de significativo valor patrimonial y aumentar la oferta de espacio público calificado en el área portuaria con servicios orientados a la recreación y el turismo. Se pretende poner en valor una estructura patrimonial, con un muelle de 350 metros de longitud, localizada en un área histórica portuaria, lindante con la Usina General San Martín. La intervención será estratégica en el sentido que permitirá potenciar junto con “el Castillo” (*) un área de interés cultural y recreativo que posicionará a Ingeniero White como un lugar más atractivo para pasear y visitar.
Este emprendimiento se enmarca en el plan de trabajo White 2020, donde se elaboraron diferentes estrategias urbanas para el desarrollo local en Ingeniero White.
(*) El “Castillo” es el edificio donde funcionó la Usina General San Martín; réplica de los castillos de estilo Tudor ingleses y franceses, es una obra arquitectónica de extraordinario valor histórico y cultural. Fue criminalmente desmantelada y abandonada en 1978 cuando se construyó la Usina Termoeléctrica a favor de los intereses comerciales de la ex Unión Soviética que envió materiales en desuso, lo que provocó que nunca pudiera utilizarse pese a los millones de dólares que los argentinos pagaron.
Actualmente el “Castillo” se está derrumbando y nada hace prever que será preservado.