Carta abierta al Gobernador de la Provincia de Río Negro
No nos cabe duda de que por ser un hombre bien informado, estará al tanto del tremendo delito ambiental por el cual se ha contaminado el agua y llevado la angustia de la muerte al ambiente de numerosas comunidades sanjuaninas.
Era la crónica de una muerte anunciada, y nunca mejor empleada la funesta figura, porque el cianuro es muerte.
Más grave aún, es que se está sospechando que hay también mercurio, y que son más de dos millones de litros de solución venenosa los que cayeron a los otrora prístinos cursos de agua de la cordillera de San Juan.
Esto nos hace pensar en el repetido argumento usado por quienes nos han despojado de la protección de nuestra ley anti cianuro: con los debidos controles, nosotros vamos a controlar, etc.
No se puede controlar la nieve que cae, ni se pueden controlar los movimientos sísmicos, las miserables excusas que usó la Barrick, que ahora habla de material vencido y de “falla humana”.
No se puede controlar la mentira, el engaño, la corrupción y el ocultamiento de la información de las mineras, que en el Estudio de Impacto Ambiental de la Barrick, en Veladero, declaraban que el emprendimiento extractivo no estaba en zona sísmica.
No se puede controlar la consecuencia de tremendas explosiones, y sin embargo siguen pretendiendo, engañosa y obedientemente, disimular tanta desidia bajo la utopía de un control imposible de realizar.
Según los datos del Catastro Minero de Río Negro, hay mucho interés en cientos de futuros desarrollos de mega minería metalífera de 1ra. Categoría con uso de ingentes cantidades de agua, y de tóxicos en cantidad incalculable, con uso de toneladas de explosivos, para explotación de oro, aunque por ahora solamente se haya completado el proceso administrativo del proyecto de Calcatreu.
También es cierto, como todos sabemos bien, que este tipo de minería es un activo inmobiliario a perpetuidad, que cambia de manos y comienza a explotarse cuando las condiciones internacionales son favorables.
Y las decisiones políticas nos condenan a todos los rionegrinos a hacernos cargo del pasivo ambiental.
A punto de iniciar un nuevo período de gobierno, con el acompañamiento de nuevos legisladores, sería un acto de reparación y reconocimiento del derecho del pueblo de Río Negro de vivir efectivamente según lo establece nuestra Constitución, en un ambiente sano, sin la acechanza permanente del envenenamiento de su suelo, su aire y sus aguas.
No a la mega minería hidrotóxica, SI al agua pura y a la vida.
Devuelvan ya la Ley 3981
Asociación Civil Árbol de Pie – Bariloche, provincia de Río Negro.