¡La TV Digital Terrestre Abierta Gratuita ya ganó el Mundial!
Por el Ing. Luis Valle. Consultor en TV Digital y Telecomunicaciones – magisteringluisvalle@yahoo.com
Gracias al interés que despierta en toda América Latina el Mundial de Fútbol y por las características socio económicas que reinan en la región, el servicio gratuito de la TV Digital Terrestre, que está desplegándose rápidamente en el subcontinente, es ya el indiscutido ganador del certamen.
Por las típicas contradicciones argentinas, el servicio de TV Digital Terrestre abierto gratuito está estancado en nuestro país. La «Situación de la TV Digital Terrestre Abierta Gratuita en Argentina» está igual que en diciembre pasado.
Eso a pesar que queda algo más de un año para concluir con la Migración a Digital de la TV Terrestre Analógica abierta y gratuita. No se avanzó en el número de estaciones por las que se transmite la TV Pública ni se hizo nada para que avanzara la migración de los canales privados.
Falta completar los planes técnicos y llamar a concurso para ver si hay interesados en obtener nuevas licencias.
Hablo de contradicciones, de marchas y contra marchas, porque Argentina comenzó muy temprano a pensar en la migración a digital de la TV, en 1997 ya había adoptado un estándar. Luego la situación se congeló hasta 2009, en que se adoptó un nuevo estándar, distinto al anterior, y se construyeron 94 estaciones de TDT.
Pero, a partir de fines de 2015, el avance se detuvo. Se perdió la ventaja que se le llevaba al resto de los páises de la región, y ahora son ellos quienes llevan la delantera.
En Argentina, el servicio de TV Digital que transporta la TV Pública está a cargo de ARSAT, empresa de propiedad estatal. Opera las 94 estaciones en servicio, pero no hace ninguna publicidad del servicio. Aunque parezca increíble, no hay ningún anuncio durante la programación de la TV Pública que avise que la señal se puede captar de manera gratuita mediante la TDT.
Funcionarios del área del PEN que debería ocuparse de completar la legislación y la implementación de la TV Pública Terrestre Digital han declarado que la TDT Pública es como una «mochila de plomo».
Los canales privados analógicos no avanzan en la cobertura y el organismo que debería controlarlos está inactivo. Prefiere ocuparse de extender la fibra óptica de ARSAT a la entrada de pequeños pueblos aislados, sin definir muy bien cómo se implementará la última milla, en lugar de avisar que existe y de completar la TV Digital Terrestre Abierta Pública y Privada, que podría servir a millones de ciudadanos de manera inmediata.
No se avanza en el Plan de Apagón Analógico, lo cual, además de completar el despliegue de la TV Digital Terrestre Digital Abierta, serviría para despejar espectro que podría emplearse en futuros servicios móviles.
Es llamativo que no se avance en el tema, cuando la mayor parte de la inversión que corresponde al Estado ya está casi completa. Lo que restaría es instalar unas estaciones más y liderar el proceso de implementación de la TV Digital Terrestre Privada y de instrucción a la población sobre el uso del servicio.
En definitiva, el servicio de TV Digital Terrestre Abierta Gratuita se presta en Argentina de modo «casi furtivo», como «a escondidas», «está pero no está». No se anuncia ni en la TV Pública ni en la TV Privada ni en los medios gráficos. Muchos periodistas no conocen el tema. Pero que existe «existe». Y se va extendiendo su uso.
Eso gracias a que los usuarios lo van divulgando de boca en boca o mediante las redes sociales. Quienes se enteran que hay señales en HD en el aire que se pueden captar con una simple antena, preguntan en las principales tiendas de electrodomésticos o en Internet y enseguida encuentran una gran oferta de antenas y de decodificadores.
Así, en Argentina, el servicio se va extendiendo lentamente.
Mucho más rápido sería si se hiciera una divulgación adecuada, se explicara cómo adaptar las viejas instalaciones de antenas colectivas de los edificios de departamentos, se entrenara a grupos de instaladores y se avisara a la audiencia de la existencia de la TDT durante las programaciones de todas las señales que pueden captarse por medio de ese sistema.
La TDT es un servicio que todavía es importante en los países desarrollados y está en pleno despliegue en toda América Latina.
En un país con los problemas de altas tarifas de servicios que tiene Argentina, debería ser de suma importancia, dado que permite llegar con información y entretenimiento a toda la población de manera gratuita para el ciudadano.
Es contradictorio que no se lo promocione más.
Ver también
https://www.sextaseccion.com/featured/la-distraccion-del-mundial/
https://www.sextaseccion.com/medio-ambiente/cuidar-la-tierra-que-recibimos-prestada/
https://www.sextaseccion.com/arte/artesanias/convocan-a-artesanos-para-el-mundial-de-productos-artesanales/
ARSAT al mando del gobierno nacional de Alberto Fernández sigue sin dar señales de vida en cuanto a la Tda, apenas difundieron una escueta noticia en redes de que a fines de año van volver a poner en marcha las estaciones EDT aludiendo a problemas en las baterías de las UPS que las manitienen con energía frente a un apagón, pero no hay programa ni plan para difundirla. Sigue sin ser promocionada, los canales de TV tanto la TV Pública como los privados siguen sin dar publicidad sobre el asunto, no hay un plan para el apagón analógico, no hay un plan para el dividendo digital VHF (algunos plantean que se usen los canales vacantes para Tda), los sitios «históricos» adonde se podían hacer consultas sobre la Tda que el gobierno de Cambiemos dio de baja (www.tda.gob.ar, http://www.tvdigitalargentina.gob,ar, http://www.mitvdigital.gob.ar) siguen inactivos, Arsat en su página web apenas hace una escueta reseña de la misma y lo único que existe es una página web perdida por ahí con los teléfonos para reclamar por problemas de señal, pero en este tema el Gobierno está prácticamente ausente. En este momento somos los usuarios los únicos que hablamos del tema y lo difundimos en las redes.
No quiero pensar que existe un pacto entre el mismo con el anterior gobierno y ciertos grupos comunicacionales para no perjudicar los intereses de los mismos.