Pasada la siembra del trigo y con un 60% de la cosecha que ha sido comercializada , entregada para venta o canje , el desfasaje con el alto costo de los insumos y la caída de los valores de los cereales- producto de la política triguera desarrollada por el Gobierno (ROEs, retenciones, etc.) ha producido un aumento considerable del endeudamiento de los productores respecto de los proveedores de insumos, sumándose a ello que los productores comienzan a tener atrasos y principios de mora en cuanto a compromisos financieros asumidos.
Esta situación genera preocupación no solo por la situación de los productores en particular, sino por las consecuencias en las comunidades, agudizado aún más ante la falta de capital necesario para encarar una nueva campaña
De acuerdo a un informe realizado por AACREA en marzo pasado, los productores que han recurrido al endeudamiento para financiar capital operativo de la campaña 2014/15, el 15% ahora evaluó su estrategia como inadecuada, tanto en plazo como en costo. Para gestionar esta situación, el 38% de los entrevistados planifica la refinanciación de la deuda, mientras que el 22% evalúa la cancelación a través de la liquidación de capital, una decisión que impactará en el horizonte de estas empresas. Un 24 % tiene decidido combinar ambas cosas. Pero todas tendrán impacto sobre los niveles de inversión en las comunidades del interior.
Toda esta situación surge como consecuencia del desfasaje entre los valores de insumos dolarizados y la caída de precios internacionales que ha sido agravada aún más por la imposición de retenciones por este gobierno.
Este escenario hace imprescindible que se propongan medidas que le den certeza al productor desde el arco opositor frente a una nueva campaña.
Desde CARBAP manifestamos que esta situación es preocupante y merece la atención y solución de las autoridades pertinentes, lo cual impediría agravar la situación en el corto plazo.