Florencio Guazzaroni Ramos, un lector de nuestra página, nos hace llegar un comentario sobre la nota al Juez de la causa del reclamo de los tenedores extranjeros de bonos, Tomhas Griesa y la necesidad de recobrar dignidad de parte de los argentinos.
“Ante todo debo felicitarlo por la nota…no son muchos, los que arriesgan, por el medio que puedan, llegar a obtener el criterio de un juez que trata semejante tema. En este orden, debo entender, aunque me duela, que la postura de Griesa es ecuánime. Un juez debe interpretar el caso desde la prueba que las partes proponen, sin permitirse apartar de ello por cuestiones éticas.
El mercadeo de bonos en el mundo, es un negocio, y en oportunidades vil. Si Usted posee un pagaré que entregó -producto de su necesidad, o mejor dicho desesperación- en blanco, luego no se puede quejar de que el acreedor le ponga una cifra que para Ud. es una extorsión. En el caso particular que nos toca, ni siquiera eso ha sucedido, si el bono valía 10 y el tenedor no entró en el canje 2005 o 2010, ahora no se puede esperar que el tipo no pretenda sus 10. Así de clara es la cosa.
Es como pretender que, cuando a Néstor y Cristina les tocaba ir por las acreencias de la 1050, titubearan ante los deudores cuando estos le dijeran, «pero esto es una extorsión, yo no esperaba que la vuelta de la economía me hiciera tanto daño», sin embargo, le fueron cobrados hasta el último peso a los deudores y todo a derecho.
Así las cosas, y como es nuestra costumbre nacional, preferimos ponernos en víctimas con la ilusión de atraer voluntades, construimos conspiraciones con tal de no aceptar nuestros propios defectos e «irregularidades». No soslayo la intención de Néstor en cuanto a desendeudamiento, simplemente, se debió prever que esto podría pasar, más aún, teniendo en cuenta la cláusula Rufo. Es decir, en buen criollo, si vas regalado a pedir, porque nadie confía en vos, y tenés que pactar cláusulas e intereses difíciles de cumplir y/o pagar, luego no llores sobre la leche derramada.
En definitiva, tenemos que hacernos cargo de nuestros propios errores, donde todos somos cómplices por acción u omisión… todos somos estado, momento es de asumir responsabilidades entonces. En cuanto a las palabras de Griesa, adhiero al hecho de ir por quienes tienen en caja la gran parte de la riqueza pedida otrora por la Argentina a sus acreedores. Imprescriptibilidad para los delitos económicos en contra del estado.
Saludos, Florencio Guazzaroni Ramos.