Explota el escándalo en diputados
Por Marcelo Duclos, de www.es.panampost.com
La «amistad» entre el fallecido ex presidente y el multimedio Clarín. Algo que se terminó con el intento de la «Ley de Medios» que el kirchnerismo pretende ocultar.
El kirchnerismo en su relato tiene muchos puntos oscuros. La sobreactuación de los setenta, el anti menemismo tardío y una falacia mucho más reciente: la enemistad con el multimedio comunicacional más grande de Argentina. Aunque el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner haya terminado en una guerra sin cuartel con el grupo Clarín, lo cierto es que “el diario de los argentinos” y el kirchnerismo venían de una impúdica amistad.
Entre las cosas que heredó Néstor Kirchner de su ex aliado, Eduardo Duhalde, la relación Estado-“medio hegemónico” se destaca entre las principales. Clarín, junto a Techint y otras empresas, fue uno de los grupos beneficiados por la devaluación y la salida de la convertibilidad, que le significó una pesificación de una deuda en dólares.
Durante el período 2003-2007 del primer gobierno kirchnerista, no hubo ningún conflicto entre el Poder Ejecutivo y el principal diario. Incluso la campaña de “Cristina presidente” mostraba a una familia leyendo al tradicional periódico argentino.
La falta de una agenda en común y los conflictos de intereses hicieron que durante la última parte del kirchnerismo, el gobierno cambie de opinión respecto a Clarín. De la noche a la mañana, como ocurrió con la relación con el papa Francisco, los funcionarios K denunciaron al multimedio de “monopolio” y comenzaron a elaborar una ley para destruirlo. Pero Clarín resistió, Kirchner se tuvo que ir y no pudo llevarse consigo el diario bajo el brazo.
Ahora, en medio del debate legislativo sobre la ley que permitirá desregular los precios de la paraestatal Papel Prensa, el diputado macrista Nicolás Massot tocó una fibra delicada y todo voló por los aires. El legislador oficialista terminó su discurso diciendo que Clarín ya no tenía amigos en el gobierno y recordó que “el mejor amigo” que tuvo la empresa como presidente, falleció en 2010, en clara referencia a Néstor Kirchner. Aunque concluyó con un “que en paz descanse”, el recinto se convirtió en segundos en un hervidero.
El hijo del ex presidente, Máximo Kirchner, comenzó a tildarlo de “mal educado” y llovieron los insultos desde las bancas opositoras a Cambiemos. El diputado Agustín Rossi pidió la palabra y le solicitó a Massot unas disculpas “de forma clara y delante de todos”, cosa que el legislador macrista hizo.
Sin embargo, en medio de sus disculpas, Massot manifestó que deseaba, aunque no esperaba, que los diputados kirchneristas se comporten de igual manera y se disculpen con él por las veces que hicieron mención a su familia, vinculándola con la dictadura militar.
El escándalo deja pendiente una pregunta ¿se puede hacer una “chicana” política haciendo alusión a un dirigente fallecido? Para la bancada kirchnerista fue una “canallada”. Sin embargo, el legislador oficialista no hizo otra cosa que recordar un hecho histórico, documentado, que tuvo lugar en la historia reciente del país. El problema es que cuando se pone la lupa en ciertos aspectos del “relato”, el pasado kirchnerista hace agua por todos lados.
Marcelo Duclos
Nació en Buenos Aires en 1981, estudió periodismo en Taller Escuela Agencia y realizó la maestría de Ciencias Políticas y Economía en Eseade.
Es columnista de opinión invitado de Infobae y músico. Síguelo en @marceloduclos
Nota de la redacción
El comentario del diputado Massot se dio en el marco del debate por la derogación de algunos decretos sobre Papel Prensa, una empresa creada en el gobierno anticonstitucional instaurado en 1976 y por tanto nula de toda nulidad.
De la misma manera que recuerda hechos de la historia política de la Argentina, sería bueno recordara otros… ¿pero con que objeto? El de esclarecer desde donde partimos, para saber quiénes pueden llevarnos a ayudarnos a construir una Nación más justa, solidaria y con posibilidades de desarrollo para todos.
Pero seguramente no es lo que le interesa al diputado Massot, lo suyo solo fue una chicana cegado por su desprecio a dirigentes kirchneristas.
Si realmente le interesa hacer conocer la verdad debería recordar que todo lo actuado desde el golpe cívico-guerrillero-militar de 1976 hasta el presente es nulo de toda nulidad y por ende solo cabe derogar todas las leyes y decretos que se han dictado. Con ello se acabarían los negociados de Clarín que no solo hizo con Néstor Kirchner, sino con los anteriores y los actuales. Y los que hicieron otros medios (incluido el de su padre, “La Nueva Provincia”), otras empresas y muchas personas y nos han llevado a este presente de pobreza y desculturización.